Me he puesto a reflexionar sobre este tema en estos días en los que estamos inmersos en plena marea "anti-" refrescos, bebidas energéticas y zumos de frutas, y es que ni Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, ha logrado prohibir en su ciudad la venta de bebidas azucaradas en envases grandes, de ahí el poder de la industria elaboradora de este tipo de productos.
Leyendo la prensa generalista, me encuentro con la publicación de un estudio de la Universidad de Harvard, presentado en unas sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón (AHA), que concluye que la ingesta de refrescos y bebidas azucaradas es causa de muerte de 180.000 personas al año en todo el mundo, aunque ninguna publicación médica ni científica se haya echo eco de estas conclusiones.
Entonces me pregunto ¿son los refrescos tan perjudiciales?. Lo que está claro es que no podemos dejar de lado los factores de riesgo: sedentarismo e inactividad, hábitos de vida poco saludables... ya que esto nos facilita hallar culpables.
Volviendo al estudio anterior, la ingesta de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, y nos detalla que unos 133.000 fallecimientos son debidos a diabetes, 44.000 a enfermedades cardiovasculares y otros 6.000 por diversos tipos de cáncer.
Me parece digno de mención, que el 68% de estos fallecimientos se produce en países en desarrollo, con baja o media renta per cápita. Así en Estados Unidos, el número de muertes durante 2010 relacionadas con el consumo de estas bebidas fue de 25000. Sin embargo, en zonas de Latinoamérica, esta cifra asciende a 38.000, destacando México como el país con mayor consumo mundial y, por tanto, con mayor mortalidad por esta causa: 318 muertes por millón de adultos. En el extremo opuesto tenemos a Japón, con el menor consumo y la menor mortalidad: 10 fallecimientos por millón de adultos.
Para la comunidad científica, lo fundamental es que el consumidor esté bien informado sobre lo que consume, y en eso se ha avanzado más en Europa que en América. Así, el Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, que entrará en vigor a partir de 2016 y regulará el Etiquetado Nutricional, obligará a informar de las características nutricionales, y nos permitirá estar mejor informados de lo que estamos consumiendo.
Desde la Fundación Española del Corazón recomiendan prudencia ante este tipo de estudios epidemiológicos, ya que todavía no ha sido publicado por ninguna revista médica, y destacan que lo que hay que tener en cuenta y controlar son los factores de riesgo: tabaco, hipertensión, colesterol elevado, diabetes y obesidad e inactividad.
Por tanto, me sigo quedando con la duda de si los refrescos y demás bebidas azucaradas son tan "monstruos" como realmente nos anuncian desde este estudio. Quizás deba de esperar a que un medio "serio" se haga eco y resuelva mis inquietudes.
Referencias: Asociación Americana del Corazón
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