B es feliz con ropa nueva o zapatos nuevos. Le gusta ver las prendas, elegir y obtener una una... dos, tres o las que sean. Le emociona. Le gusta ir de compras. Herencia de su padre.
Yo pensaba que era "mal plan" regalar ropa a una niña pequeña (mal plan con la niña; queda claro que es un buen regalo y que a los papás puede encantarles); pero veo que mi hija no es la única a la que verdaderamente le gusta recibir ropa o calzado. No sé si será cosa de esta generación. No sé si pasa igual con los niños -hombres-.
Silvia Parque