La mujer que le regalo el lector de libros electrónicos, le preguntó sí le había gustado su presente y el joven le correspondió con una amplia sonrisa y ojos llenos de ilusión.Desde aquel momento leyó con mayor avidez e intensidad.Leer era su manera de huir de una realidad incómoda.Un año después por sus ojos habían pasado un centenar de epitomes.Se sintió orgulloso de haber descubierto aunque tardíamente la lectura.Por mucho que se esforzara no podría leer todo lo que se publica, pero valía la pena intentarlo.Cuanto más leyera mejor escribiría y ese era su objetivo final.