El barrio industrial de Rotterman Quarter, en Tallin, Estonia, está experimentando una serie de rehabilitaciones y renovaciones de sus edificios y almacenes, con el objetivo de dar al barrio una mayor cohesión social y un ambiente agradables para la convivencia.
Este edificio se trata de un antiguo almacén de harina, rehabilitado por los arquitectos Hanno Grossschmidt, Tomomi Hayashi, Yoko Azukawa. El proyecto consiste en 3 volúmenes, uno de los cuales es el existente, y dos de nuevos, que forman una nueva plaza que resultará un nuevo punto de encuentro para el barrio, con tiendas en la planta baja y oficinas en las plantas superiores. Es muy interesante observar la sutileza de los contactos entre los nuevos edificios y el antiguo almacén. Un nuevo ejemplo de que la convivencia entre lo tradicional y lo innovador pueden convivir con respeto y incluso pueden hacer muy buena pareja!