Reinaldo Escobar, marido de Yoani Sánchez, admite estar financiado por los EEUU

Admitió en un artículo escrito por el mismo en 2006 (y descubierto ahora) lo siguiente:

Casi resulta superfluo explicar que cualquier actividad política genera gastos, …. la organización de un seminario, un congreso o una conferencia de prensa, o simplemente conectarse a Internet ¿Puede pensarse en que es posible hacer política sin realizar estas cosas?

…. Ni uno sólo de los dirigentes de la oposición interna posee un caudal de dinero propio…. la mayoría de ellos ni siquiera recibe un salario, pues son desempleados. Sin embargo se dedican a la política de forma profesional, se transportan, se hospedan, hacen congresos, imprimen documentos, reciben y envían correos electrónicos. ¿De dónde sale el dinero?

Quizás la pregunta más interesante no sea de dónde viene el dinero, sino bajo cuáles condiciones se recibe.

En esos primeros años, paralelamente a la subvención de la revolución, comenzó el financiamiento de la contrarrevolución. Está perfectamente documentado que al menos entre 1959 y 1965 casi la totalidad de las actividades opositoras estuvieron directamente financiadas por la CIA, el Pentágono y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En la actualidad, los opositores cubanos van a la cárcel cuando se demuestra, o cuando existe la convicción, de que han recibido dinero de los Estados Unidos. …Esto trajo, entre otras consecuencias, nuevas divisiones entre la oposición interna: los que no reciben dinero y los que lo reciben a través de la Oficina de Intereses norteamericana, y los que no lo reciben de los Estados Unidos, sino de instituciones independientes de Europa o de América Latina.

El trabajo político implica desembolsos, hágase desde la oposición o desde el gobierno….

La única opción a donde son arrinconados los opositores que viven en la isla, para poder ejercer su tendencia política específica, es la de aceptar financiación de quien la ofrezca….

Lamentablemente el donante más espléndido, resulta ser el más inaceptable, el que impone condiciones más onerosas. Para decirlo en el lenguaje popular, el que nos embarra de mierda hasta las orejas.

Fuente: Látigo Cubano. Lean el artículo completo aquí.

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