REINVENCIÓN DEL ARCABUZ.
Escrito por: Jorge Morelli.
Hace ya algún tiempo ocurre un fenómeno que, de continuar, resolverá por sí mismo el grave problema de la educación pública en el Perú. Se trata de la migración masiva de los alumnos a la educación privada.
La propia Comisión de Educación del Congreso ha reparado en la asombrosa estadística del tema y declarado públicamente que el volumen de alumnos en los colegios públicos ha bajado casi en un 40 por ciento en Lima y en 34 por ciento en promedio nacional. Se trata, pues, de un verdadero éxodo.
No tiene nada de sorprendente, dada la catástrofe de la educación pública expropiada por el sindicato del Sutep, ante el cual el Estado peruano -este gobierno especialmente- ha claudicado. La educación es posiblemente el segundo problema de los peruanos, después del agua, y probablemente el primer rubro en el presupuesto de una gran mayoría de las familias. Considerando la relativa prosperidad de los últimos años, ¿qué tiene de extraño que estén hoy dispuestas a hacer el mayor esfuerzo para que sus hijos tengan una mejor oportunidad?
Queriendo ver un lado positivo al fenómeno, el presidente de la Comisión ha comentado que así, al menos, el Ministerio de Educación podrá concentrarse en una mejor gerencia de sus recursos. Pero es un espejismo. La educación pública de Lima está pasando a la Municipalidad –que antes de la revocatoria pensaba ponerla en manos del Sutep-, cuando la reforma la educación pública pasa precisamente por arrebatarle al Sutep el monopolio de las plazas de la educación pública.
Si eso no se hace, el pueblo tomará, lo viene haciendo, el asunto en sus manos y le dará una solución drástica e inapelable. Son muchas las veces en que la historia no ha esperado: a fines de la baja Edad Media, el intrincado problema del diseño de una armadura impenetrable incluso por la saeta de una ballesta, planteaba fascinantes cuestiones de ingeniería balística que jamás se resolvieron. El problema dejó de existir porque se inventó el arcabuz.