No obstante, y sorprendentemente, últimamente se empieza a hablar de una posible relación entre esta microbiota intestinal y la predisposición a la obesidad. Aunque pueda parecer que no hay ningún nexo entre estos conceptos, en los últimos años varias investigaciones científicas han empezado a apuntar a esta relación. Parece ser (no hay conclusiones definitivas) que la composición de la microbiota de nuestro intestino (el porcentaje de cada familia de bacterias) puede estar ligada a la obesidad, de manera que las personas con esta enfermedad presentan mayor números de un tipo de bacterias en detrimento de otro. ¿Podríamos pues modificar la proporción de estas bacterias para evitar la aparición de obesidad? Este descubrimiento, realmente asombroso, podría, en un futuro, considerarse como tratamiento de la obesidad. Como siempre, la ciencia y los investigadores que trabajan para ella, nos fascinan con nuevos y nuevos descubrimiento ¡Qué el avance científico no pare!
En esta nota de prensa podéis encontrar más información. ¡No tiene desperdicio!