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Relaciones asincrónicas

Publicado el 04 marzo 2013 por Mamaconvergente2

Hoy de nuevo escribo mirando a través de la ventana del salón. Al ver el día tan nublado he sentido la necesidad de salir fuera y ver si olía como imaginaba a tierra mojada. Es una sincronía natural, si llueve la tierra se moja, y por tanto huele a mojado.

Cuando me quedé embarazada no era el mejor momento. Tenía un trabajo que me gustaba y una vida de la que estaba enamorada. Era libre, viajaba con frecuencia, vivía la mitad de la semana en la casa que compartía con mi pareja y la otra mitad en un pueblo en la sierra. Hacía lo que quería con mi vida. Me sentía completa y feliz con aspiraciones que iban “in crescendo” cada día. Justo en esa subida me quedé embarazada. No era el momento. Pero decidí seguir con mi vida tal cual a pesar del embarazo.

Una embarazada no es una enferma, pensé. Pero yo sí enfermé, tuve una amenaza de aborto, una rotura de bolsa que me impediría desde entonces seguir con mi vida como estaba.

En esos días, tras la consabidas fases de negación, rabia y aceptación, intenté seguir con mi vida, aunque inmóvil. Pero después del embarazo siguieron los problemas. Cuando me proponía recuperar mi vida, un ingreso en el hospital con mi hijo con tosferina, y un despido por burofaxn acabaron de cambiarlo todo para siempre. La vida se paró en seco en una habitación acristalada en la planta de infecciosos.

Todo lo que había sido mi vida hasta ese momento, todas las esperanzas de recuperar mi estilo de vida se rompieron en pedazos. Nadie comprendía lo que pasaba por mi cabeza en los siguientes día. De momento sentí rabia, pero en sólo un par de horas sentí una liberación total. Todo había cambiado en mi vida, pero la que acababa de cambiar en ese mismo momento era yo.

Antes tenía una decisión: seguir con mi vida y amoldar todo a ella. El trabajo estaba para mí en la escala de valores más alta. Pero algo pasó en mi que reestructuró toda mi escala de valores y creencias. En unas horas todo era diferente, mis valores habían cambiado. Quizás habían cambiado antes, pero no me había dado cuenta. En realidad no me apetecía volver al trabajo y dejar a mi hijo a 200 kilómetros todos los días.

En la vida,  se producen hechos que hacen cambiar todo de dirección. El problema surge cuando en tu entorno el resto de personas siguen en la misma dirección que iban. En ese momento tu relación con ellas, se convierten en relaciones asincrónicas.

relacion asincronica

Lo que me había pasado es que se había producido en mí un cambio a nivel inconsciente. Mis valores habían cambiado. A veces pasa. En los adultos los valores que le vienen de serie. Se forman en el entorno del que somos dependientes en la infancia y la adolescencia, y más adelante pueden cambiar.

En nuestro nivel incosciente tenemos una serie de valores, que son la base de nuestras creencias. Todos creemos en cosas. Creemos en lo que es bueno o malo. Tenemo ciertas ideas sobre lo que debe ser o no debe ser. Y a partir de ahí es de donde surgen unos pensamientos ya conscientes y de ahí tomamos decisiones, es decir actuamos.

relacion pensamientos

Tendemos a tener relación con aquellas personas que comparten con nosotros una serie de valores y de creencias. ¿Qué pasa cuando cambiamos nuestros valores?. Cuando éstos cambian afectan a nuestras creencias, y con ello a nuestros pensamientos. Cuando nuestros valores, creencias y pensamientos se alinean pero seguimos inmersos en nuestra vida de la misma manera y seguimos actuando igual, comenzamos a tener problemas y nos sentimos infelices.

Volvemos al gráfico anterior:

relacion asincronica

Cuando cambiamos de valores nos desincronizamos con nuestro entorno. Si estábamos unidos a personas que tenían una serie de valores y de creencias similares, y nosotros cambiamos, no seguimos el mismo camino.

Nuestra vida comienza a cambiar, y si nuestra vida no cambia somos infelices.

Muchas veces, cuando alguien no sabe porqué su vida ya no le hace feliz le digo que quizás es porque algo dentro de ella ha cambiado.

Si echas la vista atrás recordarás a más de un amigo que ha ido quedando en el camino. Amigos que han cambiado sus valores, y su forma de vida, y también tú habrás cambiado. Son cosas que pasan, en ese momento comienzas a tener una relación asincrónica.

A veces esto pasa con una pareja o con parte de tu familia. Puede que en un momento dado tuvieras una relación sincrónica, y con el paso del tiempo tú, o ellos, o ambos, habéis cambiado de valores, de creencias y por tanto de vida.

Es bueno aprender a detectar estos cambios y quizás muchas veces hacer un cambio en nuestros valores, volver a replantearlo, y con ello volver a sincronizarnos. Otras veces simplemente hay que aceptar que éstos cambios se producen y que no siempre vamos a estar sincronizados, o al menos no en todos los momentos de nuestra vida.

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