A veces creemos que con “cumplir” una vez, ya está todo hecho y lo cierto es que la realidad es bastante más tozuda. De hecho nuestra sociedad está como está, precisamente por esto mismo. Creímos que conquistados ciertos derechos que nos permitían vivir con dignidad y relativa justicia ya estaba. Nos conformamos y nos dejamos llevar. Y poco a poco nos han ido ganando el terreno, hasta el punto que estamos al borde de regresar a los tiempos de antes de la revolución industrial.
Pues algo parecido ha pasado con esta campaña de Teoriza. Recuerdo que cuando todo empezó pensé que si no se era algo constante en el tema, perderíamos todo lo ganado. Y más o menos así ha sido. Sólo en la búsqueda de “Carrera de Kilos”, sólo hay dos posts, en contra de la Anorexia y uno de imágenes y otro que no lleva a nada, eso nos deja 16 enlaces que llevan a foros, blogs, webs, que animan a hacer unas carreras de kilos con las que matararse lentamente.
La primera que ha dejado el tema de lado, he sido yo. Recuerdo que cuando cambié de blog, pensé que en cuanto estuviera más “amueblado”, volvería a mi post mensual. Y ha pasado algo más de un año y medio y no he escrito nada al respecto.
Así que este post, es una declaración de intenciones. Aunque sea la única que siga con esta campaña, no dejaré de luchar contra la Anorexia y la Bulimia. ¿Sabiáis que puede que sean las enfermedades mentales que más muertes causan? Yo tampoco, pero hay un estudio que así lo dice…
Os dejo los enlaces a Teoriza, a mi página del otro blog, que resume mi granito de arena en contra de estas enfermedades y unos extractos de unos relatos que escribí para dicha campaña.
Relato 1
De hoy no pasa, me decía yo misma mientras pasaba un presupuesto al ordenador. Menos mal que es algo que puedo hacer mecánicamente, pero por mi mente no hacía más que revolotear la conversación que había tenido con mi marido hacía tres días. Sergio tuvo que utilizar el ordenador de nuestra hija mayor, para imprimir algo y se encontró que nuestra hija estaba visitando páginas pro anorexia. Y que además tenía muchas anotaciones. ¿Cómo buscar? “Pro Ana” “Pro Mía” “Ana y Mía” “Carrera de kilos” “Cómo vomitar sin que se enteren tus padres”…
Primero nos quedamos asombradísimos, la inmediata fue ir a enfrentarnos a ella, pero se impuso la racionalidad y decidimos esperar un poco, observándola detenidamente.
La verdad es que sí, que estaba rara, pero… comía como las limas, no había trazas de que vomitara… así que no sé si me sentí aliviada o asustadísima cuando escuché su petición seguir leyendo
Relato 2
(…) Ellos que creyeron que su hija había tenido un cambio hormonal. Ellos que no atendieron a todas las señales. Entonces tuvieron que escuchar a su hija llorar pidiéndoles que la sacaran de aquel hospital. De que les rogara, suplicara, que no lo haría más. Ellos que tuvieron que irse de allí, darle la espalda mientras su corazón atenazaba por el miedo, la tristeza y la rabia al dejarla allí por su bien. Ella qué estaba tan contenta de que por fin le hubieran dado el alta a su hija. Tenía tantos planes. Iban a ir de compras, luego iban a ir al cine, tras eso, irían a cenar. había que celebrar que había terminado en el hospital. Estaría atenta, se había estado informando, seguiría las instrucciones del terapeuta al cien por cien. ¡Iba a sacar a su hija de ese infierno en el que se había metido!. Ella, que cuando entró toda emocionada, en su habitación, no se esperaba encontrar lo que se encontró. seguir leyendo
Relato 3
El mundo es duro, el mundo se te echa encima, no sabes por dónde salir, a veces es porque estás triste, otras porque eres demasiado popular y tienes mierdo de tanta responsabilidad, algunas veces tus amigas o amigos te dejan de lado, otras la persona que te gusta, ni siquiera sabe que existes y de repente encuentras una página, dónde alguien te dice que si adelgazas serás más feliz, todos tus problemas terminarán. Un día lo pruebas de la manera más tonta, sigues con ello para ver si es verdad, de repente has bajado unos kilos, tus facciones se han matizado y alguien te dice lo genial que estás. Y te sientes que has llegado, que estás en la cima del mundo… Así que continuas… De vez en cuando caes en una página dónde alguien te dice que lo que estás haciendo es destructivo, que lo que estás haciendo puede matarte, que es todo menos “bonito” y te ríes, lo consideras una tontería y te vas corriendo a otra página… ¡¡¡hay carrera de kilos!!! (seguir leyendo)
Relato 4
¡Qué angustia!, cómo odio la navidad. No hay más que comida. Por todas partes, a todas horas, los anuncios, las cestas en las empresas, las comidas con toda la peña, o las que son con la familia. Y yo me miro el cuerpo y pienso, ¡qué gorda estoy!, no voy a poder comer nada. Pienso en mi familia, que me va a estar vigilando, como si yo fuera un conejo, en la mira de un ave de presa. Y me va creciendo la angustia. ¿Seré capaz?, ¿recaeré?.
Todavía recuerdo, cuando no lo sabía nadie, cuando yo, “oficialmente” sólo estaba de régimen y lo único que hacía mi gente, era decirme, que estaba siendo exagerada. (seguir leyendo)