rendirme
escribir más corto
escribir más claro
no escribir en absoluto
cerrar los ojos
beber la lágrima
que pasa directo
por la garganta
como un torrente
de agua salada
rendirme
renunciar
sin telegrama
cerrar la boca
dejar las manos
en los bolsillos
o mejor atarlas
con el cordel de la ropa
sujetar el deseo
para que no moleste
dejar de molestar
pasar desapercibido
apagar las ganas
con un balde de agua
de la canilla
que da a la calle
dejar de pensar
empezar a omitir
pasar la página de largo
sin leerla
adaptarse
adaptarme
golpearme la cabeza
contra el muro
de ladrillo pelado
beber lentamente
el brebaje espeso
dejar de brindar
desaparecer
saberse nacida
y vuelta a nacer
en el mismo paraíso
equivocado
exiliarme
perder el pasaporte
perderme
que nadie me venga a buscar
y volver a rendirme
Patricia Lohin
Foto Aleksandar M. Budjevac