A las 7:00 de la mañana estoy escurriendo sudor. Es medianoche y estoy escurriendo sudor. Esto no es normal. Si bien las temperaturas han sido muy altas, recuerdo que otros años lo fueran y no se sentía así. Claro que yo me desacostumbré por vivir en Querétaro; pero otras personas también lo dicen: algo hay diferente en este calor.
B se pone irritable a las horas más calurosas; por la noche, despierta quejándose hasta que su papá le hace aire. El remedio para el día ha sido meter la tinita que ya estaba en el patio, esperando que nos deshiciéramos de ella; un poco de colorante vegetal azul en el agua y un par de conchas la convirtieron en recipiente del mar. Quizá mañana mismo le inflemos su alberquita; no encuentro su traje de baño, pero igual era probable que ya no le quedara...
Así las cosas.
Con lo que me gusta la luz del sol, mantengo las cortinas cubriendo las ventanas porque si no, se pone muy caliente. Hay una puerta que puedo abrir sin que entre tanto el sol, pero solo muy temprano porque de inmediato las moscas aprovechan...
¡Y pensar que el verano acaba de empezar!
Silvia Parque