Mis tortugas están muertas. Básicamente, yo las maté, es decir, soy responsable.
Mi tarjeta de débito se perdió de nuevo; bueno: es mía, así que yo la perdí. Al menos esta vez no traía dinero. Ya está cancelada.
B tiene su primer chichón. Me dio un susto a media tarde, contorsionándose en el portabebé, que no será usado más; al rato estaba sentada en su tapete-gimnasio y cayó hacia adelante, al piso, donde ya no había tapete.
Pero tengo la sensación de que a este fin de ciclo le sigue algo muy bueno.
Silvia Parque