Representantes y actores, somos un equipo

Publicado el 24 abril 2024 por Premiere Actors @PremiereActors

Hoy queremos hablar sobre un tema que vemos mucho entre actores y actrices, y es el hecho de “endiosar” a los representantes y de creernos pequeñitos a su lado cuando, en realidad, ambos somos igualmente profesionales.

Si entendiéramos bien qué lugar ocupa cada uno, evitaríamos muchos de los malos resultados al buscar representante, o de malentendidos cuando ya formamos parte de su cartera de representados. 

Entender que esta relación es de iguales es lo que necesitamos si queremos relacionarnos con ellos con éxito.

Por tanto, nuestro objetivo con estas líneas es bajar esa figura del representante más a un tú a tú.

Una relación en los dos sentidos

Hemos de partir de la base de que tanto los intérpretes como los representes no nos juntamos por hobby, sino por motivos profesionales. Es decir, a ambos nos interesa por igual formar esta alianza. Unimos nuestros talentos para, juntos, llegar más lejos:

  • Las actrices y los actores aportamos nuestro talento artístico. Necesitamos a los representantes si preferimos que alguien negocie nuestra retribución o condiciones laborales, o si queremos ampliar nuestras posibilidades de conseguir trabajo.
  • De igual manera, los representantes también nos necesitan a nosotros. ¡Si no, su trabajo no tendría sentido! Ellos nos aportan sus redes de contactos, su visión general y conocimiento del sector en el que nos movemos y su experiencia en temas laborales o de negociación. 

Como ves, nos complementamos los unos a los otros y, por tanto, ambos nos necesitamos mutuamente para poder trabajar.

Pero entonces, ¿por qué los artistas solemos poner a los representantes en un pedestal y tendemos a discriminarnos, a creernos pequeñitos y a mendigar por su representación?

Está claro que el acceso a ellos muchas veces es complicado, ya que somos muchísimos y ellos son menos, pero el hecho de ponerles a otro nivel hace que, sin darnos cuenta, saboteemos nuestros progresos:

  • Nos da miedo hablar con ellos, cuando en realidad son personas como tú y como yo;
  • Les suplicamos el trabajo en vez de mostrarles todo nuestro valor;
  • Una vez trabajamos juntos, podemos tener malentendidos debido a la mala gestión de expectativas o una mala comunicación.

A partir de ahora, tenemos que aprender a ver esta relación como un trabajo dual, un dream team en el que nos necesitamos los unos a los otros para poder “ganar”. Nadie es superior al otro, sino al contrario, los dos estamos al mismo nivel. 

Ni ellos son dioses, seres inaccesibles que parece que viven en otra dimensión, ni nosotros, cuando consigamos ser representados nos tenemos que olvidar de hacer nuestra parte para que la cosa funcione. ¡Cuanto mejor entendamos esta relación, mejor serán nuestros resultados!

Ser abiertos y honestos

Esta relación podría compararse también con una especie de matrimonio (profesional, por supuesto), en el que ambos han de ser honestos y tener una buena comunicación el uno con otro. Si no hay confianza, es imposible que esa relación se sostenga por mucho tiempo.

En este sentido, nuestra recomendación es que, cuando seas representado, contactes con la otra persona regularmente, con la asiduidad que hayáis establecido, para poneros al día:

  • Si tienes cualquier duda, pregúntasela.
  • Si no estás contento con algo, te ves perdido en algún momento o crees que hay falta de comunicación, exprésaselo.
  • Si alguna faceta de tu vida personal te puede estar afectando a la hora de poder hacer castings o dar lo mejor de ti en un momento dado, cuéntaselo.
  • Si te vas de vacaciones o no vas a estar disponible durante una temporada, también es importante que lo sepa.

Del mismo modo, ellos deberían comunicarte cómo te han estado moviendo (aunque al final no haya salido nada), o aconsejarte sobre qué puedes hacer para seguir mejorando tu marca y tu reputación artística.

No te pueden leer la mente ni tú a ellos; la comunicación en este tándem es esencial para evitar malentendidos, desconfianzas o pérdidas de tiempo, y son los cimientos sobre los que podréis crecer.

Antes de firmar, asegúrate de que estáis en el mismo barco

Si, después de un tiempo de búsqueda, algún representante se interesa por tu perfil (¡por fin!) lo más seguro es que aceptes que te represente sin pensar. Es normal, después de tanto esfuerzo, tanto tiempo y tanta incertidumbre, ¿verdad?

Pero es tu deber recordar que ambos debéis ir en consonancia, tener los mismos objetivos y ver si, efectivamente, ambos podéis sumaros. 

Es fundamental que, cuando os conozcáis, haya feeling entre vosotros, que sintáis que os entendéis y que ambos podéis aunar fuerzas para llegar todo lo lejos que podáis.

Si, por algún casual, tu intuición te dice que hay algo raro, que es demasiado bueno para ser cierto, que colecciona actores o actrices como si fueran cromos o que quiere funcionar a su manera sin tener en cuenta tus preferencias, no lo aceptes. Déjate aconsejar en todo lo que haga falta, pero nunca permitas que apague tu luz.

Quizá algo te dice que no es el adecuado, no ha habido verdadera conexión… Entonces no hay por qué firmar.

Tu carrera artística es muy valiosa y no estás para perder el tiempo. Para estar atado a un representante que no te conviene, ¡es mucho mejor que vayas por tu cuenta o te busques a otro!

No olvides cumplir con la parte que te toca

En cualquier relación sana entre dos personas (amigos, pareja, socios de una empresa o del tipo que sea), uno no puede poner toda su energía y hacerlo todo si el otro pasa del tema. Los dos han de sumar y aportar a esta relación a partes iguales para que la cosa funcione.

Tu representante te consigue castings, sí. Pero dar lo mejor de ti en ellos para conseguir el papel solo depende de ti. Su reputación está en juego contigo, y la tuya también. En cierta manera, este profesional no solo te representa a ti, sino tu a él.

Recuerda, tu representante no te da el trabajo, sino la oportunidad de trabajar.

También tienes que renovar tu material periódicamente para que pueda moverte mejor, trabajar tu marca personal, seguir formándote y seguir creciendo profesionalmente… ¡Solo así, los resultados de este trabajo conjunto se multiplicarán!

Tu destino está en cada acción y en cada decisión que tomas. Es tu carrera, y tú decides cómo quieres actuar para conseguir resultados.

Si encontrar representante es tu asignatura pendiente, es ahora el momento de hacerlo. En unos días arrancamos con la 6ª edición de nuestro taller intensivo “Objetivo: Representante”, en el que recibirás toda la información y guía que necesitas para que puedas, finalmente, conseguir representante. Como puedes ver en el enlace, muchos alumnos de años anteriores ya han conseguido el suyo. ¿Nos vemos ahí? ¡No te quedes sin tu plaza!😉