Tengo que reconocer que estas elecciones europeas las estoy viviendo de una manera diferente a las anteriores. De todos los actos democráticos con urna incluida a los que he sido convocada desde la mayoría de edad, precisamente las europeas han sido siempre las que menos me han interesado. Durante mucho tiempo he pensado -seguramente de forma equivocada- que en ese enorme entramado que es Europa, poco o nada tenemos que decir los pobres españoles. Y sobre todo, lo que no tengo claro es la importancia que puede tener que en Bruselas o Estrasburgo la representación española sea de un signo concreto, si luego los que mandan en el país y toman las decisiones son de otro radicalmente diferente. En fin, que en esas cuitas he estado enredada normalmente cuando tenía que tomar la decisión de votar representante europeo.Pero este año, la situación política de España ha convertido algo que pasaba sin pena ni gloria en un hervidero de opiniones y análisis sociológicos tan enorme, que tengo que agradecer desde aquí, públicamente, a Pablo Iglesias y su grupo "Podemos", el punto de emoción que han vuelto a introducir en mis debates de sobremesa y en los comentarios de facebook.No voy a hablar para nada del análisis serio que he oído con respecto a lo que han significado los comicios, tanto desde el punto de vista del toque de atención al bipartidismo o de la abstención. No estoy capacitada para llevar a cabo ningún tipo de estudio político. Pero os tengo que confesar, que con lo que sí estoy encantada es con la forma en que el miedo a los "comunistas", que vienen a comerse a los niños, se ha introducido en los medios de comunicación y facebook más casposos y añejos que había visto nunca. Siento que las carcajadas que estoy disfrutando estos días sean a costa de Pablo Iglesias, pero estoy segura de que no le molestará que me ría porque probablemente hasta él lo haga. Una cosa es el insulto serio, buscando el daño político,con calumnias, con injurias. Eso debería denunciarlo este hombre por vía judicial, porque me parece tremendamente injusto las barbaridades de las que se está acusando a una persona que lo único que ha hecho es presentarle a la población una opción política. Pero luego están los otros, los del verso fácil, los de la rima antigua que huele a naftalina y a musiquita del nodo. Y con esos es que me parto.Hay un "muchacho" que dice ( no pienso citar nombres porque no se merecen como propaganda ni este modesto foro que siguen unas pocas personas) que el discurso de Pablo Iglesias es abyecto y deleznable -¡se puede ser más antiguo!- y que se ha aprovechado de los ignorantes que son los que le han votado. Ya sabéis, votantes de Podemos, que hay que aprender a leer antes de echar la papeleta en la urna. Lo dice este buen hombre que tiene en el mismo periódico un artículo que se llama "Abajo la chusma sindical". Y aquí estoy, que no hago más que imaginarlo vestido de Kiko el del Chavo del Ocho gritándonos a todos: chusma, chusma.... Hay otro que "perpetra" que votar esa formación es votar a lo que representa lo peor de la condición humana. Que digo yo que viniendo su posición ideológica de donde viene, ya le vale. Estoy convencida de que tiene maestros en los que fijarse en cuestión de maldades infringidas y conciencias lavadas. Y como fin de traca, está el que califica a Pablo Iglesias (profesor de Ciencias Políticas entre otras cosas) de "encantador de corazones femeninos con aspecto de gamberrete de la Facultad". Ese último piropo estoy por enmarcarlo y mándarselo al Sr. Iglesias para que lo cuelgue en el salón de su casa. Se pueden decir cosas de un adversario político, pero esto del gamberrete tiene un tono vintage que no sé si mejor enmarcarlo yo que ahora me ha dado por decorar la casa con tonos pastel y adornos florales.¡Ay! este Pablo Iglesias al que he oído llamar en estos días: Virgen de Lourdes, clandestino, ególatra... Incluso hay un sociólogo que ha resumido todo lo que aprendió en su carrera universitaria en una palabra que define al nuevo partido: friki... De repente, el pobre Pablo es amigo de Maduro, chavista de los malos, clasista progre...De verdad... si no fuera por estos ratitos y los de cobrar...