Un beso en París (Anna and the french kiss)
Stephanie Perkins
Editorial Plataforma Neo
Romántica juvenil
Páginas: 440
ISBN: 978-84-15577-53-9
Precio: 17 €
La torre Eiffel, Amélie y un montón de reyes que se llaman Luis. Esto es todo lo que Anna conoce de Francia. Por eso, cuando sus padres le anuncian que pasará un año en un internado de París, la idea no acaba de convencerla.
Pero, en la Ciudad del Amor, conoce al chico ideal: Étienne St. Clair. Es listo, encantador y muy guapo. El único problema es que también tiene novia. ¿Conseguirá Anna el ansiado beso de su príncipe azul?
El humor y la tensión que se respiran página a página en el debut literario de Stephanie Perkins te atraparán y te llegarán al corazón.
MI OPINIÓN
Con este libro he tenido un pequeño tira y afloja. Por un lado tenía muchas ganas de leerlo por las estupendas reseñas que lo ponían que era una maravilla, y luego está mi decepción. Tenía tantas expectativas puestas en él que me ha dejado con un sabor agridulce. Me esperaba algo más, ese toque y ese punto que hace que un libro no lo olvides jamás. Es cierto que me ha sorprendido la sencillez de la prosa de la autora y la forma de expresar los sentimientos, pero no está entre mis favoritos. He leído libros muchísimo mejores que me han atrapado, he disfrutado, me he emocionado y hasta he llorado, y desafortunadamente éste no lo ha hecho.
El argumento de la historia es muy sencillo. Anna es una adolescente americana completamente normal y un día su padre le comunica que el último año de instituto lo pasará en un internado en París. Ella no habla francés y mucho menos conoce nada del país, por lo que está abrumada y asustada. Por suerte, en cuanto llega conocerá a los que serán sus amigos: Meredith, Josh, Rhasmi y Étienne St. Clair. Este último será en más de una ocasión un quebradero de cabeza para Anna, ya que es guapo, listo, dulce y cariñoso, pero tiene novia. Sin embargo, Anna no está dispuesta a darse por vencida, está en París, la ciudad del amor, donde todo es posible…
Hay que decir que no es un libro de amor de esos empalagosos. No. Este libro trata más temas relacionados, principalmente, con la vida estudiantil. Me ha gustado la originalidad y naturalidad con la que la autora ha escrito la obra. Nos encontraremos correos electrónicos, llamadas telefónicas e incluso sesiones cinematográficas. Este conjunto de argumentos harán una lectura amena y entretenida a pesar de partir de un argumento muy sencillo. S. Perkins nos sumerge en una historia que comienza con una historia de amistad la cual irá progresando y evolucionando hasta que los problemas sentimentales se hagan parte de nosotros. El ritmo es ágil, no se hace pesado en ningún momento y se devora en nada. Además, que la historia esté contada desde el punto de vista de Anna hará que el lector profundice más en los sentimientos y emociones de la protagonista, haciendo una historia más cercana.
La trama en sí está bien, me ha gustado, aunque al principio me ha costado engancharme a la historia ya que me parecía demasiado simple y aburrida. Por suerte, esto cambia conforme se va avanzado. Sin embargo, no he conseguido ese algo que haga que un libro te emocione y disfrutes con él. Para mí ha sido entretenido, ni más ni menos.
Con respecto a los personajes no hay mucho que decir. Anna no es perfecta y ella lo sabe, tiene sus fallos como todo el mundo pero tardará demasiado tiempo en darse cuenta de ello. Étienne tampoco lo es. Es guapo y listo, pero en determinadas situaciones no sabe qué hacer, se deja mangonear por su padre, tiene miedo a quedarse solo… Y ambos, junto con los personajes secundarios, harán que la novela cobre vida ya que sin ellos la historia no tendría mucho sentido.
El final me ha dejado un poco decepcionada. Aunque me ha gustado y ha estado a la altura del resto de la novela, me hubiese gustado que tuviera unas páginas más y conocer un poco del futuro de ambos. Se ha quedado demasiado inconcluso para mi gusto.
En conclusión, Un beso en París es una novela diferente, sencilla y ágil de leer. No es la típica historia romántica empalagosa y esto se agradece, pero tampoco es esa maravilla que todo el mundo la ha puesto en un pedestal. Es distinta.