Reseña: Captive in the dark de C.J Roberts

Captive in the dark de C.J Roberts
The dark duet #1
Titulo en español: sin publicar
Editorial: Autopublicado
1ra publicación: julio del 2011
ISBN: -

Caleb es un hombre con un singular interés en venganza. Secuestrado de niño y vendido como esclavo por un gángster hambriento de poder, el no ha pensado en otra cosa excepto venganza. Olivia Ruiz, de 18 años, acaba de despertar en un extraño lugar. Con los ojos vendados y las manos amarradas, solo escucha la calmada voz de un hombre que le da la bienvenida. Su nombre es Caleb aunque demanda ser llamado “Master”.

Llevaba muuucho tiempo queriendo leer este libro, y finalmente pude hacerme con el en formato digital. Tened en cuenta que no es mi intención saturaros con la reseña de un libro que esta dentro de un género que levanta pasiones tanto negativas como positivas, en especial cuando se trata de un libro que me ha provocado muchos sentimientos confusos. 
Captive in the dark, como bien su título indica (Cautiva en la oscuridad) es una novel oscura, creo que la autora fue bastante osada al adentrarse en este mundo, porque si bien otras novelas de esta índole que han sido publicadas últimamente parecen seguir una línea bastante bien definida en la cual son los protagonistas los que eligen ir por los caminos del BDSM, en este caso nos encontramos ante una protagonista que es arrastrada, literalmente, a este mundo. 
Olivia, Livvie, es una chica de 18 años que intenta pasar desapercibida debido a un trauma de la infancia, pero ni los pantalones holgados no los hoodies han logrado ocultarlo de la mirada de Caleb, quien lleva siguiendola y observandola mucho tiempo y no precisamente con las mejores intenciones. Caleb se dedica a entrenar esclavas sexuales para luego venderlas y Livvie es su proxima victima. 
Si llegados a este punto habéis apartado la vista de la pantalla de vuestros ordenadores, os aconsejo no seguir leyendo. 
Como ya dije antes, creo que la autora fue muy osada al adentrarse en un mundo como el del tráfico humano, en especial cuando intenta contarnos una historia erótica con matices románticos. Supongo que esto es lo que ha provocado en mí toda esa retahíla de sentimientos confusos cuando termine de leer el libro. Las escenas fuertes son bien graficas, y no, ese aspecto no me molesta dado que mi parte más sensible quedó vacunada después de leer “El rapto de la Bella durmiente” de Anne Rice. No es que estemos ante una novela con BDSM del “puro y duro” pero sencillamente no creo que sea un libro para todo el mundo. 
Ahora, vamos a lo que SI me ha molestado de esta novela. Dejo claro desde el principio que soy fan de las relaciones amor-odio, pero cuando son bien llevadas, y no es que la autora no lo haya sabido hacer, pero es que sencillamente me ha desconcertado el hecho de que lo haya llevado a semejante nivel. 
Para empezar, Livvie tiene 18 años, fue secuestrada en la parada del bus escolar, casi violada, encerrada en una habitación oscura y humillada por Caleb hasta decir basta, pero a medida que avanza la lectura, vemos como los sentimientos de ambos van evolucionando, y no es que haya un split del odio al amor, pero se me hizo muy difícil de concebir la idea de que Livvie pudiera enamorarse del causante de semejante situación, en especial cuando descubre que es lo que planea hacer con ella. 
Supongo que la autora pretendía explorar los matices de una relación derivada del síndrome de Estocolmo, lo cual ya nos llevaría a un debate psicológico mucho más profundo en el cual no me siento en condiciones de entrar. Por supuesto, supongo también que soy de esas que piensan que todo lo relacionado con el BDSM tiene un motivo psicológico que no todo el mundo interpreta de la misma manera y que puede ser la causa de que las novelas de este género provoquen olas de aceptación de la misma manera que de rechazo. 
En cuanto a los personajes, a pesar de que la mayor parte del libro está contado en primera persona desde el punto de vista de Livvie, también se alternan capítulos desde el punto de vista de Caleb, lo cual hace mucho más fácil ser testigos de la evolución de este personaje con un pasado realmente tormentoso. Caleb es uno de esos personajes que me hace sentir bipolar porque lo odiaba al principio del libro y si bien nunca llegue a simpatizar del todo con el, si llego un punto de la historia en el cual no pude evitar sentir un tilín de lástima hacia él cuando se debatia entre sus sentimientos por Livvie y su ansia de venganza. 
En resumen, este libro ha hecho que me plantee la idea de presentarme voluntaria para un estudio psicológico porque a pesar de todo lo antes mencionado, he caído bajo el embrujo de esta pareja, de la oscuridad que los envuelve, la decadencia en la que se mueven, todos los tormentos que arrastran y la necesidad de hacerse daño mutuamente aunque solo sea para sentirse más humanos y menos monstruos a través del arrepentimiento. 
 No todos los amores son de cuento de hadas, pero muchos de ellos tienen el poder de hacerte desear ser una mejor persona y a veces hay que llegar hasta el ultimo requicio de las bajezas para descubrirlo.