El libro:Título: Carolina se enamoraTítulo original: Amore 14Autor/a: Federico MocciaNúmero de páginas: 536ISBN: 9788408098904Precio: 18,50€
SinopsisCarolina es una chica como las demás: quiere hacer más cosas de las que sus padres le permiten, su paga semanal nunca le alcanza para todo lo que le gustaría, quiere una moto para poder moverse con libertad y tiene la cabeza llena de ideas propias que nunca encajan con las de los adultos…Alegre y optimista, su vida transcurre entre amigas, con las que comparte los días y los sueños, el instituto, los exámenes, las fiestas y la familia. Pronto llegarán los primeros besos, robados en la penumbra del portal, la música que suena siempre en el momento adecuado y cuya letra parece siempre contar su historia. ¿Y el amor? ¿Cómo es el amor verdadero? Cuando conoce a Massimiliano parece que la pregunta va a responderse al fin, pero lo que Carolina no sabe es que el amor también puede hacer mucho daño y que no está preparada para lo que va a ocurrir…
Opinión personalUna vez más Federico Moccia me ha vuelto a sorprender, no tanto por la originalidad de la historia sino por su capacidad de hacerme soñar despierta con ella aún cuando su protagonista es cuatro años menor que yo.Narrado en primera persona desde su propio punto de vista, Carolina nos va guiando página tras página por una espiral de sentimientos propios de la adolescente optimista, desbordante de alegría y con sentido del humor que es.
¨La observo con más detenimiento: lleva unos pantalones demasiado ajustados, un cinturón enorme con una H en el centro, un grueso collar de oro o algo por el estilo con dos grandes C y, cuando se vuelve para marcharse, veo que en el culo, que no es moco de pavo, le asoman una D y una G. ¡Esta tía es un alfabeto andante! ¨
Una vez más el escenario de la novela es Roma, una ciudad que parece hecha a la medida justa para servir como telón de fondo para los encuentros fortuitos, las fiestas a escondidas y los besos robados. Al ritmo veloz de los coches y las motos y siempre con la música de fondo nos convertimos en cómplices de los ¨pequeños grandes¨ secretos de Carolina. Sus gustos, su rutina, los problemas en casa con su padre y su hermana mayor, que no la comprenden. El amor inmenso por su madre que siempre le guarda la más tierna de las sonrisas. El cariño incondicional a sus abuelos. La complicidad con Alis y Clod, sus compañeras en las aventuras más arriesgadas y divertidas. La increíble relación con su hermano, Rusty James, a quien admira como si de ídolo se tratase y cuyo ejemplo desea seguir.Y luego está el amor, ese que parece no llegar nunca y que cuando lo hace, se encumbre bajo una canción de James Blunt y con el nombre de Massi.
¨ - Te lo pregunto de nuevo…Dime que no eres un sueño…¨
A su lado ella experimenta ¨el amor con mayúsculas, el amor loco, esa felicidad absoluta, ese que desplaza a todos los demás, por guapos que sean¨. Pero nadie la advirtió de que ese amor intenso, tres veces amor, también puede doler. Quizás no puedas evitar sentirte identificada con Carolina, y no dejes que la edad de la protagonista te quite la ilusión de leer el libro, todos hemos tenido catorce años, todos hemos sentido el dolor de la primera desilusión y la pérdida de aquello a lo que nos aferrábamos con la ilusión de que aún duraría un poco más. Carolina se enamora es una novela que te sumerge en el mundo caótico de los adolescentes, sus exámenes, sus fiestas, sus constante dependencia de las redes sociales, su música y sobre todo, el primer amor, ese que por mucho que busques llega sin avisar, de improvisto y aunque en ocasiones es el más doloroso, también puede ser el más hermoso.El ritmo de la lectura es bastante rápido y aunque en ocasiones se puede hacer un poco lento quizás el motivo sea el ansia del lector por llegar al final de la historia. Valiéndose de la letra de las canciones, haciéndolas parecer que han sido escritas para cada ocasión en especial, y citando frases de algún que otro escritor famoso, Moccia nos vuelve a deleitar con una novela amena que nos arrancará más de una sonrisa, ya sea triste, apesadumbrada o incluso, por qué no, optimista.
¨ (…) Y me siento sola, terriblemente sola. (…) Quizás necesite algo de tiempo. Da igual, no tengo prisa. (…) Si, lo lograré. Porque, a fin de cuentas, solo tengo catorce años, ¿no? ¨