¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Yo preparada para pasar el finde con mi chico, así que antes de irme os dejo por aquí la reseña de uno de los últimos libros que he leído y que he disfrutado como una enana.
Marzo de 1912. Elspeth Dunn -una joven escritora que jamás ha abandonado su hogar en la remota isla escocesa de Skye- recibe la carta de un admirador norteamericano. La firma el universitario David Graham y supone para ella una puerta al mundo.
A medida que los dos se vuelcan en la correspondencia -compartiendo sus esperanzas más atrevidas y sus mayores secretos- su intercambio acaba convirtiéndose en amistad y, con el tiempo, en amor. Cuando estalla la primera guerra mundial, David se alista como voluntario y la correspondencia se trunca.
Junio de 1940 . En plena segunda guerra mundial, la hija de Elspeth, Margaret, se enamora de un piloto inglés. Su madre trata de disuadirla; sabe, por experiencia, lo doloroso que es mantener una relación en tiempos de guerra. Un día Elspeth desaparece dejando unas cartas tras de sí. Margaret se adentra con ellas en un pasado del que nada sabía.
Cita del libro: [...] Es la palabrería de la guerra. Lo sé; lo he visto antes. Se marchan sintiéndose invencibles, como si el futuro fuera un estanque dorado y ellos estuvieran decididos a zambullirse. Y entonces sucede algo -una bomba, una torcedura de muñeca, una bala que silba demasiado cerca- y de repente se ponen a bracear para agarrarse donde puedan. El estanque dorado se agita en torno a ellos como un torbellino y sienten con temor que podrían ahogarse si no van con cuidado. Se aferran con fuerza y hacen cualquier promesa que les viene a la cabeza. No puedes creerte nada de lo dicho en tiempos de guerra. Las emociones son tan fugaces como una noche silenciosa.
Opinión Personal (sin spoilers):
Desde que vi por primera vez este libro tuve un pálpito. Tanto la portada preciosa que tiene como la encuadernación suave y atrayente y la sinopsis despertaron mi sexto sentido, ese que me dice TIENES QUE LEERLO. Pero fue el hecho de que se trate de un libro epistolar, contado en su totalidad por cartas, lo que realmente me animó a darle una oportunidad. Y no puedo estar más contenta por haber dado en el blanco.
Cartas desde la isla de Skye es de esos libros que enamoran a todo amante de la lectura y de las historias de amor. Es uno de esos libros imperecederos donde no solo encontraremos una historia de amor de las que dejan huella, que te roban sonrisas y también lágrimas, que te mantienen con un nudo en el estómago deseando en silencio un final feliz para nuestros protagonistas, sino que, además, encontraremos muchas referencias a clásicos y libros que admito que no he leído . Sonreí como una tonta al descubrir que Elspeth le encantaba Alicia en el país de las maravillas (tengo debilidad por Alicia, ya lo sabéis), o que mencionara lo que sintió tras leer El corazón delator, uno de mis relatos favoritos de Poe.
Cita del libro: [...] Pero ahora, después de haber visto tu retrato, entiendo por qué tu padre pensó que parecías un hada dormida en el jardín. Si no estuviera seguro de que eres más grande que mi pulgar, habría creído que tu vestido estaba hecho de hilo de telaraña y pétalos de rosa. Ahí, entre las flores, tienes un aire mágico. Y tu expresión es tan melancólica... ¿En qué estabas pensando justo en ese momento, cuando te sacaron la foto?
La novela narra la historia de Elspeth y David a lo largo de dos décadas, con dos guerras como escenario y una segunda historia, la de (hija de Elspeth), que confluye con la de su madre. La sinopsis da a entender que nos encontraremos con dos historias distintas, pero en realidad es una sola. Es la historia de Elspeth, una joven soñadora que escribe poesía y nunca ha salido de su pequeña isla. Y la historia de David, un joven intrépido que descubre la poesía de la joven y decide escribirle para felicitarla por su talento. Dos jóvenes separados por el mar, la vida, las circunstancias y una guerra inminente. Algo truncó el amor de Elspeth y David pero su historia perdura en el tiempo, indestructible y más viva que nunca. Y Margaret, la hija de Elspeth, será la que avive el fuego y busque entre los escombros. Ella solo es la excusa, el motivo, la fuerza del viento que traerá los recuerdos de un amor que nunca se ha consumido.
(o Sue, que es como la llama David), es una joven inquieta que sueña con algo que no puede alcanzar, que vive en una burbuja de colores con tonalidades apagadas. Una mujer inteligente, llena de vida, con un carácter indomable y un corazón que anhela encontrar su lugar. Ella ansía más que nada rodear el mundo con brazos pero le falta el aliciente para hacerlo. Hasta que conoce a David y su isla se le hace pequeña, su mundo se tambalea, sus colores adquieren tonalidades vivas y unas alas hermosas comienzan a brotarle en su espalda.
Cita del libro: Tus cartas han dejado de ser meramente irritantes para volverse totalmente indignantes. No hay ninguna cualidad innata que nos convierta en esposas, madres o amas de casa. ¿Acaso nacemos con un mecanismo interno que nos capacita para cocinar o zurcir calcetines? ¿Crees que el Todopoderoso previó en su infinita sabiduría las cualidades que requeriría una ama de casa del siglo XX y reservó una gran parte especial del cerebro para la preparación de tartas caseras? Porque, te lo aseguro, yo no soy competente en ninguna de esas tareas. Ni para cocinar, ni para preparar tartas ni para zurcir calcetines. Tal vez nací sólo con medio cerebro, desprovista de algún componente vital. ¿Es eso lo que sostienes?
En cuanto a , es un joven intrépido capaz de subir por las cañerías de una residencia femenina cargado con un saco de ardillas, escribir cuentos infantiles, alistarse en el ejército para lograr redirigir su vida o escribirle una carta a una escritora de poesía a la que no conoce de nada. Es carismático, decidido, mordaz y tan lleno de vida como la propia Elspeth. David conoce a Elspeth en un momento de su vida en el que no sabe qué camino escoger, hacia dónde ir para encontrarse a sí mismo. Ella se convierte en la llave, el destino, la puerta y el único lugar en el que quiere habitar .
Cita del libro: Sue,Sue..., eres un caso. ¿No te has parado a pensar que tal vez a mí me inquietaban las mismas dudas? Evitar un encuentro cara a cara me favorecía. Así no verías lo grandes que tengo los pies o lo torpe que soy fuera de la pista de baile. Creo que ahora mismo tienes una buena opinión de mí (aparte de mi gusto para las chaquetas, me imagino). Al fin y al cabo, soy endemoniadamente apuesto. Rematadamente inteligente. Brillante, ingenioso. ¿Por qué iba a querer poner todo eso en peligro? Todas esas ilusiones podían desvanecerse en cuanto nos dijéramos "hola". Pero frente a la rara oportunidad de verte..., todos esos temores palidecen en comparación.
Llevamos carteándonos..., ¿cuánto?, ¿dos años ya? (Lo digo algo a la ligera, como si no hubiera conservado cada carta que me has enviado.) Realmente, ¿puede haber misterio aún después de todo ese tiempo? Yo te conozco, Sue, y creo que tú me conoces a mí. Si ahora mismo estuviera sentado frente a ti, diciéndote esto, quiero creer que mis palabras no tendrían menos peso sólo porque no te gustara el sonido de mi acento del Medio Oeste.
Los dos protagonistas principales me han fascinado y he disfrutado de las cartas como una enana. Es imposible dejar de leer una vez que te sumerges en la historia. Necesitas seguir, necesitas descubrir, necesitas comprobar qué fue lo que salió mal, por qué una historia tan hermosa no tuvo su final feliz. , eso es lo que me decía mientras leía. Hasta que llegué a la última página con lágrimas de alegría y tristeza. El final es predecible, más predecible de lo que me hubiera gustado y motivo por el cual no se lleva más nota, pero no por ello menos precioso.
La es exquisita y a veces incluso poética. La autora va intercalando cartas del presente, en 1940, con las cartas de Elspeth y David que comienzan en 1912. Pero, como ya os decía, aunque la historia de Margaret también tiene su relevancia, el gran peso se lo lleva la historia principal, la que realmente nos importa. La ambientación es otro de los grandes puntos positivos, pues harán referencia a diferentes lugares que pisan los protagonistas a través de sus cartas. He sentido la belleza de la isla Skye y he podido ver los colores de las montañas, el mar, la casita de Elspeth. Edimburgo, Francia o Londres son otros de los lugares que visitaremos con ellos. He sonreído al ver nombrar a Charing Cross Road en el libro, y me ha trasladado a otro libro que leí hace un tiempo y que también es epistolar, 84 Charing Cross Road.
Cartas desde la isla de Skye es un libro precioso con todas las letras. Una lectura intensa, adictiva y sumamente conmovedora. Con una narración exquisita y unos personajes que te roban el corazón por su humanidad y perspicacia, por ese carisma que rezuma en todas y cada una de sus cartas.
8,5/10 Un libro delicioso donde la magia de palabras toman el protagonismo, donde la fuerza de las mismas se encarga de dirigir el rumbo de la vida de dos jóvenes que están a un paso, a una sola carta, de encontrar su lugar.¿Lo habéis leído? ¿Os ha enamorado tanto como a mí?