Cryer's Cross Autora: Lisa McMannEditorial: EverestSaga: NoFecha de publicación: Abril de 2012ISBN: 9781442337381Precio: 14,95€Páginas: 282
Cuando Tiffany Quinn desaparece, todo cambia. De los 212 residentes de Cryer's Cross, Montana, 178 se unen al sheriff Greenwood en una búsqueda que dura varios días, desde la salida del sol hasta que cae la noche. La escuela ha cerrado porque todos los estudiantes participan. Escudriñando caminos, registrando granjas, atravesando pastos donde se alimentan vacas y caballos, cruzando campos con trigo, cebada y patatas recién plantadas. Suben colinas y se internan en los bosques. Se desplazan en grupos de dos o tres, algunos nerviosos, otros llorando, otros más decididos. Se gritan cada poco tiempo para asegurarse que no se pierde nadie más: los móviles no sirven para mucho. Cryer's Cross no tiene cobertura. Después de cinco días no hay ni rastro de Tiffany Quinn.
Tras haber leído varias malas opiniones sobre Sueña, Teme y Huye y desistir de comprármelos, descubrí la siguiente novela de la autora, Cryer’s Cross. He de decir que desde el principio me llamó mucho la atención, la portada me inquietaba y la sinopsis me invitó a leerlo. Así que después de mucho cavilar sobre cuál sería mi próxima lectura cogí el libro dispuesta a devorarlo. Reconozco que durante las cien primeras páginas tenía miedo de que no me gustase el libro porque veía que avanzaba y no conseguía meterme en la historia. Además no conseguía comprender el sentido de los capítulos de una página en los que ponía “Treinta y cinco, un centenar, treinta y cinco, un centenar” El caso es que poco a poco consiguió engancharme, y me vi sumida en una historia contada por un narrador omnisciente, (que ya hacía tiempo que no leía nada así, siempre eran en primera persona), que transcurre en un pueblecito alejado de la civilización, donde casi todo el mundo vive de lo que cosecha. Kendall es una chiquilla con un trastorno obsesivo compulsivo difícil de llevar, más o menos solitaria, que vive a las afueras del pueblo. Es un personaje bien perfilado, en el que vemos una chica que sobrelleva el problema como puede, centrándose en el equipo de fútbol y la cosecha de sus padres. Cuando desaparece su medio-novio Nico, el pueblo entero se moviliza para encontrarlo, y, temiendo futuras desapariciones, se imponen unas nuevas normas a cumplir para no tener más desgracias, haciendo que la rutina de Kendall sufra alteraciones, y por lo tanto, su TOC sea aun más complicado. Por otra parte, Jacián, un personaje siniestro al que en un principio aborrecí por ser frío y muy borde, tiene su trasfondo especial que no pasará inadvertido para la protagonista. Si es que nadie se resiste a un chico malo...
“-¿Por qué eres tan agradable conmigo?+No, que quiero jugar a futbol de vez en cuando, y supongo que ha llegado el momento de sobornarte con mi carismática personalidad”La historia es en varios puntos escalofriante, oscura. No pude evitar sentir miedo, sobre todo durante las últimas 100 páginas. Aunque, si algo he destacar son los puntos de humor que añade Lisa en algunas ocasiones que te hacen esbozar una sonrisa.
“-Bien, ahora que estoy contigo. ¿Qué tenemos?+Esto es lo que llamamos patata.Una trama bien pensada, que se desenvuelve con ligereza y que no me ha dejado para nada indiferente. Unos personajes bien pensados, aunque solo dos de ellos destaquen del todo, y un final realmente impactante. Por ponerle una pega diría que hay algún que otro fallo en la edición que me ha estado fastidiando a menudo.
-Fascinante”
En definitiva, Lisa McMann nos envuelve con una historia terrorífica, desarrollada en un pueblecito que parece totalmente inofensivo que esconde un gran misterio. Porque, claro… Cuanto más pequeño el pueblo, más grandes los secretos.
Saira