Reseña de Déjame quererte

Hoy sale a la venta en Chile, y pronto lo hará en España, el primer libro de Jud Baltimore, Déjame quererte, perteneciente a la colección Beach Books. Tuve la oportunidad de leerlo hace algunos meses, cuando todavía era un bebé en pañales que acababa de dar sus primeros pasos, pero no lo había reseñado todavía porque creo que hoy era el día indicado para hacerlo, puesto que acaba de abrir los ojos y salir al mundo, o, por lo menos, a buena parte de él. Citando a esta autora, es hoy cuando la historia ha dejado de ser exclusivamente suya, para pasar a ser de todo aquel que quiera leerla. Estoy segura de que esta escritora dará mucho de que hablar, que este es tan solo un paso de muchos. 
Sol siempre tuvo claro, desde pequeñita, a lo que quería dedicar su vida y eso era, sin duda, ser maestra de primaria. Ahora, a sus veinticinco años, sabe que no se había equivocado. Adora a esos pequeñajos que a veces la volvían loca.
Pero un buen día, Ivanov, se cruza en su vida sin previo aviso y le trastoca los cimientos que ella había creado en su entorno. Su estabilidad empieza a trastabillar, y aquel chico rubio, de ojos grises, la hace replantearse cada uno de sus sueños, incluso su manera de verse y juzgarse a sí misma.La historia está ambientada, casi en su totalidad, en Valencia, y está aderezada con la magia que desprende el circo. Todo comienza con la visita al espectáculo circense de un colegio en el que la protagonista es profesora. Y en medio de la emoción de los pequeños y el asombro de los mayores por las acrobacias, aparece, como si de un ángel se tratara, la figura del protagonista masculino. Los días pasan, ella sigue yendo a verlo, pero si pensaba que pasaba desapercibida se equivocaba completamente. Página tras página vemos como la pasión entre los dos se desata, pero el idioma, sumado con la testarudez de ella, se interpondrá entre ellos. Y es que...¿Qué hacer cuando te encuentras a alguien que trastoca tus planes de mil formas distintas? Un punto a favor de Sol, la protagonista, es su forma de ser. Me encanta que utilice el sarcasmo para expresarse, que sea arisca, ácida...Da mucho juego a la trama. Y él...Simplemente podríamos decir que es casi perfecto, al menos físicamente, pero que comete muchos errores. Sin embargo, sabe cuando tiene que tragarse su orgullo e ir tras ella para no perderla. Esas pequeñas muestras de afecto que poco a poco se nos descubren me han encantado. En una historia tan corta no es muy común que los personajes secundarios tengan un peso importante, pero aquí ocurre justo lo contrario. Sin ellos, la historia no habría podido ocurrir tal y como la leemos. Anielka es la encargada de que estos dos personajes se conozcan más allá de miradas furtivas y de unos guantes prestados. Y es ella la que estará a su lado tanto en lo bueno como en lo malo, poniendo los puntos sobre las ies siempre que sea necesario. Otro secundario importante es Quim, el amigo de Sol. Él también aportará su pequeño grano de arena para que el desenlace sea el que es. Ambos son, por así decirlo, los amigos y la familia que los protagonistas tienen. Todo en uno. Es una lectura ágil, sencilla, con un lenguaje propio de la calle, de lo cotidiano, con expresiones que todos utilizamos al estar enfadados, molestos...En cuanto a la narración, lo que me ha sorprendido, lo que más me ha llamado la atención es la forma que tiene la autora de contar las escenas de sexo, porque es, sencillamente, brutal. No utiliza un lenguaje soez, sino que mima esas escenas y nos resulta fácil comprobar el tiempo y el cuidado que ha depositado en narrarlas. Son escenas de muy buen gusto, reales, carnales...Tal y como tienen que ser si tenemos en cuenta el tipo de literatura al que pertenece el libro. En definitiva, a pesar de ser su primera novela, creo que es una muestra clara del potencial que tiene, que espero que vaya mejorando, todavía más, libro tras libro y que nos vaya sorprendiendo. Como ya he dicho, dará mucho de que hablar y de eso estoy segura. ¿Quieres disfrutar de una lectura amena? Te aseguro que con esta historia lo harás.