Reseña de Hope. La niña que no podía escuchar las palabras

Publicado el 04 mayo 2020 por Sassenach13

¡Holaaaaaaaa!:
Lo sé. Hace muchos meses (en realidad creo que un par de años ya) que os traje la sinopsis de este libro, y aunque hice un amago de reseñarlo, hubo problemas con el código de la plantilla y alguno que introduje en aquel momento en la propia entrada, porque resultaban incompatibles entre sí, y al final acabé retirando el post en cuestión.
Como es lógico os diréis, ¿y por qué retomas esta reseña después de tanto tiempo? Pues simplemente porque es uno de esos libros que vienen a mi memoria de vez en cuando, como uno de mis grandes favoritos. Y perteneciendo a esa lista, creo que se merece una reseña como Dios manda, aunque también os adelanto que precisamente por lo bonito de la historia que se encierra tras sus páginas, me voy a permitir el lujo de no extenderme tanto como en otras que suelo hacer.
Sea como sea, creo que lo mejor es repasar un poco los datos básicos del libro. ¿Os parece? Luego si queréis me matáis.

Imagina un caserón de piedra parda en una calle cualquiera de una ciudad sin nombre.
Acércate más. ¿Ves el nombre tallado en piedra? El teatro Serendipity te da la bienvenida.
Si has llegado tan lejos imaginando, no te costará entrar.
Nada más hacerlo verás a Joseph tras el mostrador. Fíjate en la vieja estantería que hay justo detrás de él. Hay algo que llama tu atención. Entre una corona envejecida que ya ha perdido todo su brillo y una figura horripilante de una bailarina, me ves a mí.
Y, justo en este momento, Hope, una niña incapaz de escuchar las palabras, acaba de entrar.
Puedes seguir imaginando o dejar que te cuente qué ocurrió.

Lo cierto es que me cuesta mucho hablar de este libro sin emocionarme, porque eso es esta novela: emotividad a raudales. Y pura magia. Una lectura apta para todos los públicos. Incluso para aquellas personas más pragmáticas y que no crean más que en aquello que ven o pueden tocar. Pero, ¡Ay, amigos! Existe algo que se nos escapa y es una realidad paralela que vive justo a nuestro lado y que a menudo permanece silenciosa, porque somos incapaces de percibirla. Y de eso nos habla la historia de Hope.
Hope es una niña que ha vivido un trauma familiar. Trauma que sus propios padres no consiguen superar, y a raíz de eso la abandonan y acaba viviendo permanentemente en el teatro Serendipity junto a Joseph, la única persona a la que ella puede escuchar cuando habla (importante este matiz).
Puede parecer a priori una historia triste, y aunque en su trasfondo lo es, no habrá ni un solo momento de lectura en que no se os escape una sonrisa por la ternura de la propia niña con su particular visión del mundo, aunque también soltaréis alguna que otra lagrimilla, por supuesto. Pero que esto último que acabo de decir no impida que leáis esta novela, por favor. Porque seguro que es un título que os cautiva, y una joya así no se puede rechazar. 
Hablar de esta novela y no hacerlo sobre la visión que nos traslada el maravilloso narrador, portavoz de los pensamientos de Hope, sería algo imperdonable por mi parte, así que quedaos con este dato, pues precisamente el narrador es una de las piezas clave de este libro. Creo que no puede haber sido más acertada su elección por parte de las dos autoras (luego vuelvo sobre esto de la doble autoría).
Tener la oportunidad de leer este libro es un regalo en muchos sentidos, porque es de esas historias que invitan a reflexionar, y a replantearnos muchas cosas. No olvidemos que siempre tenemos una visión parcial del mundo, y que nadie está en posesión de la verdad.
Pero lo sé, contaros esto es como no deciros nada. Así que sigo: Hope es ESPERANZA en mayúsculas, pero también ternura, lealtad, amistad, amor, perdón, alegría, imaginación, sensatez, madurez, generosidad... Y es que todo eso lo irradian cualquiera de los tres personajes principales. Y como sobre Hope ya os he contado lo fundamental os hablo de los otros dos:
  • Joseph, puede parecer un viejo malhumorado, pero en cuanto se le conoce un poco uno se da cuenta de que no lo es en absoluto, y que tiene un corazón de oro. Me vais a permitir la comparación... a mí me recordó mucho al abuelo de Heidi.
  • En cuanto a Wave, la marioneta de madera que acompaña a Hope a todas partes, es un elemento activo más de lo que vive la niña (y no quiero contar más al respecto para no destripar el libro), tan solo os diré que precisamente la marioneta es el narrador de la novela
Aparecen además otros personajes secundarios inolvidables que complementan el conjunto como las piezas de un traje hecho a medida. Imposible decantarse por un solo favorito, porque todos tienen un encanto especial y nuevamente nos invitan a creer en la magia de los sueños.

Para terminar me gustaría destacar que tras el pseudónimo de Wendy Davies (en homenaje al personaje central de su primera novela) se ocultan dos autoras que responden a los nombres de: Merche Murillo (Barcelona, 1989) y Fátima Embark (Gran Canaria, 1985). Esto muy a groso modo, claro. Pero, ¿qué tal si las conocemos un poco más a fondo...? IMPORTANTE: (Fuente de estos datos biográficos la web oficial de Literatura SM). Para más detalles aquí.
Fátima Embark (Gran Canaria, 1985). Enemiga del sarcasmo. Ingeniera por error. Librera cuando no está matando monstruos o encerrada en un libro. Cree en el poder de las palabras y le gusta pensar que no llueve eternamente. Desde que conoció a Merche vive con un pie en Nunca Jamás y otro en el País de las Maravillas.  Merche Murillo (Barcelona, 1989). Adicta a los porqués. Alérgica a las etiquetas. Escapista de la normalidad. En constante busca de la magia. Se define como la cuna vacía de Peter Pan, la locura de Alicia y las preguntas del Principito. Cuando conoció a Fátima asegura que vio una golondrina en su ventana.

Merche Murillo y Fátima Embark se conocieron gracias a los libros. No son perfectas, ni siquiera son normales. Desde niñas vivieron en un Érase una vez. Las palabras, los quizás y las historias les robaron el corazón y nunca hicieron ningún intento por recuperarlo.

Por Navidad tenían por costumbre pedir un escritor, pero debajo del árbol solo encontraban calcetines. Lectoras insaciables, administradoras de Perdidas entre páginas y Divagando entre líneas, se cansaron de coleccionar calcetines y optaron por crear a su propio escritor: Wendy Davies. Actualmente viven dentro de sus libros, aunque de vez en cuando salen para enfrentarse a lo desconocido y comer chocolate.


Comprenderéis que una presentación así no podía ocultarla.
Si la historia de esta novela/cuento en sí ya es mágica, a nivel literario, me parece digno de mención que sea una historia escrita a cuatro manos, pues cualquiera que haya tratado de hacer en alguna ocasión un cadáver exquisito sabrá lo difícil que resulta ensamblar estilo literario de cada autor y crear un texto coherente, pero de verdad que ambas lo logran con una maestría asombrosa. Y no es la primera novela que escriben de manera conjunta. Lo cual tiene más mérito aún.
He leído en muchas reseñas que parece como si las autoras tomasen como referente a Michael Ende, con lo cual si sois amantes de sus obras, será inevitable que os guste también esta novela. Pero, yo que no soy demasiado fan de Ende, he intentado sin éxito varias veces acabar de leer La historia Interminable y he sido incapaz, y lo mismo me sucede con la película (lo sé... ¡Soy más rara que un perro verde!) me uno también al clan de los amantes de esta novela. Hope... debería ser un libro "obligado" para cualquier niño o adulto.

Bueno, no creo que a estas alturas queden dudas sobre cuál es mi opinión sobre esta novela, pero por si acaso os lo confirmo:

10/10
¿La habéis leído? ¿Os gustó? ¿Conocíais a las autoras?
Nos leemos, cazadores de nubes. Un abrazo.



Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix media. Producto de esa etapa nació:
www.fabricadeartesania.com
Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas. Te lo contó Rebeca.