Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado. Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él.
Tenía muchas ganas de leerme este libro, ya que Un beso en París me encantó y me habían dicho que este era todavía mejor. Y es que esta autora se está convirtiendo en una de mis autoras favoritas. Libro que leo de ella, libro que me encanta. Pero vamos a lo que nos interesa.
Stephanie Perkins tiene un estilo sencillo, divertido. Su
prosa logra atraparte desde la primera página, haciendo que te sea imposible
dejar de leer. Una de las cosas que más me han gustado es que ha hecho un guiño
a su primer libro, introduciendo dos de los personajes que salían en esta nueva
historia, lo que hace que tengas en mente Un beso en París mientras vas
descubriendo la historia de Lola.
Los personajes están muy bien construidos. Me parece muy
original los padres de la protagonista, puesto que no se suele ver una pareja
con esas características en la literatura. Otro personaje que me ha gustado ha sido la madre de Lola, puesto que, a pesar de ser cómo es y de lo que eso conlleva, me ha parecido que realmente se preocupaba por su hija, aunque no sabe muy bien cómo expresarlo y lo hace a su manera. El novio de Lola despierta sentimientos encontrados. Por una parte me gusta, por el hecho de que da mucho juego a la trama, pero se llega a convertir en algo odioso. Hasta el punto de que te gustaría darle un puñetazo por alguna de las frases que dice.
Definitivamente, quiero un Cricket en mi vida. Y es que este personaje es adorable en muchos aspectos. Se preocupa por ella, a pesar de todo, y eso se refleja en cada capítulo. (Sobre todo porque el fragmento que más me ha gustado de la historia lo dice él. Ya no podré mirar a la luna y a las estrellas sin evitar sonreír).
Por supuesto, hay que hablar de la protagonista, puesto que también es un personaje muy original y no lo digo solo por su forma de vestir, sino por su forma de ser en general. Su psicología es la propia de una adolescente bastante madura que intenta hacerse un hueco en el mundo. Tiene las mismas aspiraciones que tú o que yo a esa edad, pero tiene claro que no va a renunciar a lo que es ella. Y por eso se viste de esa forma, puesto que le gusta. Así es ella, aunque en algunos puntos esté algo perdida.
En definitiva, es una historia preciosa, muy bien narrada, con una prosa fluida que nos invita a no dejar de leer. Los personajes están muy bien construidos, son coherentes y eso hace que todo sea más verosímiles. Una lectura más que recomendable. ¡Ya tengo ganas de leer algo más de esta autora!