Revista Literatura
Reseña de NÁUFRAGO EN LA CIUDAD de Jesús Vera. (Célebre Editorial, 2019.)
Publicado el 04 octubre 2019 por Alsegar
Si quieres puedes escuchar la canción mientras lees. LA MÁGICA VOZ DEL NÁUFRAGO. Al principio tan solo era una sospecha. Un tiempo después, cuando a regañadientes Jesús me dejó leer algo de lo que había escrito, tuve la certeza de que mis sospechas eran realidad y que aquellos textos que estaba leyendo disipaban cualquier duda de que yo estaba en lo cierto. No podía ser que aquel tipo al que conocí casualmente cuando en un ya lejano año 2014 me pidió colaborar con mis relatos en su programa de radio “Hotel Sweet Dreams” no fuese poseedor de la misma sensibilidad para escribir que aquella que volcaba en los textos que recitaba con tanta maestría. Tal dominio y autoridad vocal hizo que los que mejor le conocemos tuviésemos la osadía de destronar al mismísimo Sinatra de su apodo de “La Voz” para otorgárselo a Jesús, porqué cualquier texto que cayese en sus manos cobraba vida bajo la mágica vibración de sus portentosas cuerdas vocales, hasta el punto de hacer dudar al propio autor del relato sobre si realmente lo que estaba escuchando lo había escrito él. Pero lo de su magia recitando es algo que cualquiera que le conozca o siga a través de las redes sabe de sobras. Lo novedoso es que ese prestidigitador de la palabra llamado Jesús Vera ha perfeccionado su espectáculo de ilusionismo literario dándole forma de libro y titulándolo NÁUFRAGO EN LA CIUDAD. Como el mejor de los magos ha hecho aparecer de entre la saturada baraja de la escritura la carta oculta que todos hubiésemos elegido. Y es que con su asombroso juego de manos ha sido capaz de mostrarnos en 328 páginas la propia esencia de la vida; de la que es divertida, de la que es triste, de la vida fácil y de la que es difícil, de la que se disfruta y de la que se padece. Los sucesos que se desarrollan en N.E.L.C. nos sumen con su lectura en el sueño de la vida que ya mencionaba Calderón de la Barca más de cuatro siglos atrás cuando aseguraba que el ser humano es libre de configurar su vida sin dejarse llevar por un supuesto destino que todos parecemos condenados a sufrir. Y como huyendo de su propio destino, el mago-autor hace aparecer de la nada esta seductora obra. Y es que Jesús nos hace soñar despiertos, como solamente consigue todo buen ilusionista y toda buena literatura. Relato tras relato la obra nos cautiva, nos descubre y nos aproxima al autor, siempre velado en un segundo plano al igual que hace el mago, centrando nuestra atención en el truco visual por delante de su persona. Historias cotidianas, de actualidad, divertidas, de inquietante crudeza, desconcertantes, fantásticas y esotéricas se entremezclan en un torrente de emociones que no nos dejan indiferentes. Relatos colmados de sinceridad cuando muestran la cara más deprimente de la vida en páginas llenas de veracidad cuando las escribe quien ha vivido esos momentos duros de la vida que todos queremos eludir pero que quien no tiene más remedio que afrontarlos mirando directamente a los ojos de la desesperación sabe captarlos en su esencia para después llevarlos sobre el papel en blanco, advirtiéndonos de que no toda la rosa es bella flor ya que también posee afiladas espinas que nos pueden hacer sangrar. Los personajes de los relatos más ásperos de la obra se enfrentan a cada nuevo amanecer convirtiéndolo en un reto más difícil de superar que el del día anterior, donde hasta la mera supervivencia se convierte en prioridad. Entre los dignos a destacar en esta gran antología se encuentran los relatos más esotéricos de Jesús: Oscuros, enigmáticos, místicos en ocasiones, porque Jesús entiende el más allá y nos lo razona trayéndolo al más aquí, interpretándolo para nosotros en un acto de solidaridad con nuestras ignorantes almas. Pero claro, el gran Jesús, a veces mago, a veces brujo, a veces vidente, pero siempre fascinador, sabe manejar la sorpresa del gran truco central de la obra y saca de su chistera abarrotada de inagotables argucias una auténtica emboscada emocional dirigida al lector. Y es que alguien que dispone de esa habilidad sensorial capaz de captar la esencia de la vida, está obligado a brindarnos el zarpazo emocional de ofrecernos su poesía, sensible, romántica, delicada, colofón indispensable para conocer a un autor cuya ópera prima no es más que la confirmación de que muchas veces los mejores dudan ellos mismos que lo sean y permanecen ocultos en el naufragio del anonimato hasta que casualmente son descubiertos, por fortuna para los lectores. Echémosle un salvavidas a este náufrago, porque lo merece, porque a Jesús, La Voz, ya no solo se le escucha sino que también se le lee en páginas llenas de magia, de embrujo, de hipnotismo literario, porque a veces mientras nos sumergimos en sus vibrantes páginas es difícil deducir si estamos ante una obra literaria o ante un elaborado truco del prestidigitador Jesús Vera. Al Segar.