de Edgar Allan Poe
Este libro recoge los más conocidos relatos de misterio y terror de Edgar Allan Poe, desde el «Manuscrito hallado en una botella» hasta «Hop-frog», pasando por textos tan célebres como «El corazón delator», «La caída de la casa de Usher», «Ligeia», etc. En ellos puede advertirse todo el arco de posibilidades y modos que tuvo Poe de acercarse a la literatura de terror: espacios cerrados, amores fúnebres, mares tenebrosos, tumbas, cadáveres, sangre y esa típica opresión psicológica que procede de lo extraordinario, es decir, de lo que está más allá de los sentidos, de toda naturaleza, de cualquier lógica.
Le tenía ganas a una recopilación así desde hacía tiempo. Ya estaba familiarizado con un par de los cuentos que aquí se incluyen, además de algún que otro poema, y creo que nadie que haya leído a Poe puede negar que es imposible sentir curiosidad por el resto de su obra cuando se prueba por primera vez.
El principal problema de este libro es el mismo que el de cualquier otra recopilación: unos cuentos son mejores que otros, y eso es inevitable. Reconozco que uno o dos se me hicieron algo aburridos y acabé dejándolos, pero el resto son, sencillamente, impresionantes. Pocos autores tienen la maestría de Poe a la hora de provocar sensaciones (especialmente escalofríos), y eso queda patente en esta recopilación.
Tengo que confesar que las ilustraciones me han decepcionado un poquito. Este libro ha sido ilustrado por seis personas, y se nota en la diferencia de estilo entre unas y otras. ¿El problema? Que algunas no me han gustado nada de nada, mientras que otras me han encantado. Por suerte estas últimas superan en número a las primeras, por lo queel balance final es positivo, si bien no de forma excesiva. En cualquier caso, reconozco que la ilustración no es lo mío, por lo que tampoco os fiéis mucho de mi opinión.
En definitiva, esta edición de los Cuentos de Poe es una auténtica joya de coleccionista para todos aquellos que quieran una recopilación de los cuentos de uno de los mejores autores del siglo XIX. No lo recomendaría a todo el mundo porque soy consciente de que no es un autor asequible, pero sí que lo recomendaría sin reservas a todo aquel que haya disfrutado de alguno de sus cuentos o poemas. Un consejo: no leáis después del anochecer.
Cuentos:
Ilustraciones:
El libro de los 101 cuentos Ed.: Christian Strich
Esta es la recopilación para todo buen amante de los cuentos que se precie. En él encontramos a Perrault, los hermanos Grimm y Andersen, entre otros. La selección de los cuentos ha sido realizada por Christian Strich, mientras que las ilustraciones corren a cargo de Tatiana Hauptmann. Unas 600 ilustraciones elegantes pero sin perder el toque infantil acompañan el centenar de cuentos que esconde este libro, entre los que encontramos historias tan conocidas como la de Rapunzel o la Sirenita.
Sólo que son sus historias originales y no las versiones edulcoradas de Disney (que también adoro, todo sea dicho de paso). Permite, pues, descubrir los cuentos tradicionales europeos en toda su verdad y crudeza, con muertes y finales amargos, si es necesario. Así he podido descubrir que la historia de Rapunzel es algo más compleja de lo que cuenta el Enredados de Disney (¡se llama Rapónchigo, no Rapunzel!) y he podido leer la versión original de La Sirenita, de la que ya conocía su final. Pero no sólo eso. También he recordado cuentos de la infancia, como El traje nuevo del emperador y descubierto muchos otros de los que no tenía ni idea que existían.
Los cuentos "infantiles" deberían desprenderse de esta etiqueta, que lo único que consigue es que a medida que crecemos los vayamos olvidando. No estamos hablando de cuentos inventados hace cinco años, ni cincuenta. Hans Christian Andersen es del siglo XIX, los hermanos Grimm del XVIII y Perrault del XVII. Todos sus cuentos forman parte de la tradición europea, de nuestra tradición. Es una forma más de conocer un poco nuestra historia a través de las historias que han acompañado nuestra infancia.
Por eso creo que El libro de los 101 cuentos es un libro sin edad, que demuestra que los cuentos no son sólo para niños. Por una vez voy a terminar la reseña sin puntuación porque creo que es imposible puntuar 101 cuentos de autores distintos. Sólo puedo juzgar su selección y lo único que tenéis que saber es que no podría ser mejor. Combina cuentos conocidos con otros más olvidados de forma bastante equilibrada y lo adereza todo con unas ilustraciones muy cuidadas.