Título: El Dios del faro Autor: María Serralba Páginas: 204
Editorial: Nazarí Año: 2013
Lengua: Castellano ISBN: 978-84-16321-36-0
El Dios del faro narra la historia de Emilio García, un joven isleño cuyo anhelo es saber la verdad acerca de su pasado, lo cual le hará volver a los escenarios de su infancia y a contactar con aquellas personas que tuvieron algún significado en su vida, entre ellas Graciela, a la que llama cariñosamente “su hada irlandesa”. Con esta enternecedora historia, su autora María Serralba nos ofrece la visión del mundo de la homosexualidad desde el punto de vista social y desde el enfoque de los ojos de un inocente niño que lo único que reivindica es que le dejen ser tal como es. El temor al "qué dirán" hará que oculte sus verdaderos sentimientos de familiares y amigos, inclusive de sí mismo. El delicado tratamiento con el que se describen las secuencias hará que el lector se involucre en esta bella historia de sentimientos encontrados e inexplorados. El duro proceso de aceptación personal y público por parte de otro de sus personajes será también parte de los aditivos que harán de El Dios del faro, una historia que brille con luz propia.
Años después, Emilio regresa a la tierra que le vio crecer, la tierra donde pasó los mejores años de su vida junto a su papá Raúl, su papito Antonio y su dulce hada irlandesa, Graciela.
Pero antes de adentrarnos en la historia, debo referirme al prólogo del libro. Es el prólogo más bonito que he leído en toda mi vida. Es cierto que en la mayoría de los casos los prólogos se suelen saltar, por nuestro deseo de comenzar cuanto antes a leer la historia propiamente dicha. Pero si tenéis la suerte de leer este libro, por favor: leedlo.
Estamos acostumbrados a leer historias en las que un chico y una chica se enamoran y eso es lo más normal del mundo. Pero, ¿no lo es también que lo hagan dos chicos? ¿Y que estos dos chicos formen una familia? Es un tema que causa mucha controversia y sin embargo esta no debería existir. No debería existir porque el amor es amor en todas sus variantes. Esto es lo que trata de mostrarnos el libro: todos somos iguales. Existen estereotipos, sí, y siempre seguirán existiendo. Pero los estereotipos, al contrario que el amor, no son algo natural: los marca la sociedad.
El libro narra una historia enternecedora pero dura en ciertos puntos, y aún así tan real como la vida misma. Emilio, tras muchos años separado de Graciela, quien en su día fue como una madre para él, vuelve al faro, donde esta reconstruye su infancia y lo hace conocedor de todo aquello que lleva preguntándose durante toda su vida. Por fin sabrá que pasó hace tanto tiempo. Por fin despejará todas sus dudas.
La autora emplea un estilo muy acorde con la historia además de un ritmo muy fluido, haciendo todo esto que nos encontremos ante una lectura ideal tanto si queremos reflexionar un poco como disfrutar de un libro corto pero repleto de contenido.
Como una promesa de esperanza en el aire, desde aquel día, el Dios del faro volvería a ser para un niño parte nutriente de su fantasía, y quién sabe si también en un futuro, timón de guía en la vida de un hombre cuando este alcanzase la madurez.