Ciudad de Lima, Virreinato del Perú año 1821.Las tropas del sublevado general San Martín, sitian la ciudad. La temida y sospechada guerra civil entre independentistas y realistas, entre rebeldes y fieles a la metrópoli ya es un hecho.La vida, mientras tanto, transcurre, dentro de lo posible, con la cotidianidad de cada día. Españoles criollos blancos, indios de todas las etnias, mestizos, negros, mulatos, zambos conforman la sociedad peruana, donde privilegios y miserias se reparten con la misma disimilitud de siempre. Además, existen dos tipos de personas: libres y esclavos.La mercancía humana reniega de su situación, y se escapan: son los cimarrones. Unos hombres se dedican a recuperarlos, y devolverle la propiedad a su amo. Las andanzas de toda esa mezcolanza de gentes y, sobre todo, de uno de esos cazadores de esclavos, un antihéroe absoluto que mata sin remordimientos, se relatan en las páginas que conforman dos años fundamentales de la historia de una parte de la América que fue española.
Es la primera vez que leo un libro de Ricardo Muñoz Fajardo, la verdad es que ya tenía algunas referencias suyas a través de su editorial con otros libros publicados en la misma, de hecho, tengo a medias “Siete Vidas” que más adelante también reseñaré para este blog.
El tema que nos narra en este libro tiene relación con la historia de la “conquista” y la “independencia” de algunos países de América Latina, que aún se encontraban bajo el dominio español, naciones tales como Perú, Ecuador y Colombia, luchaban por alcanzar su libertad, Ricardo no se ha quedado corto al situarnos perfectamente en el año 1821 y hacer cobrar vida a próceres de la historia tales como San Martín y Bolivar, dándole a cada uno un carácter arrogante y con la vista puesta, más en sus propios intereses, que en lo de la población.
A través de Rodrigo Pizarro, cuya fecha de nacimiento es algo dudosa, nos cuenta que perteneció al ejército durante quince años, estaba acostumbrado a recibir órdenes y a cumplirlas como un autómata, tras ese periodo, su trabajo corre por cuenta propia aunque siempre, al amparo de esclavistas que querían recuperar a los esclavos que habían logrado escaparse del yugo de sus amos.
En medio de muchas peripecias que le toca vivir a Rodrigo, Ricardo Muñoz aprovecha para narrarnos muchos hechos reales que ocurrían en ese periodo en tierra Sur Americana, así como también, para describir el paisaje, lugares específicos de la geografía ecuatoriana y de la Cordillera de los Andes y por si fuera poco, también nos habla de las comidas, las bebidas tales como el pisco y la algarrobina, muy típicas de la zona, es decir, constituye todo un manjar para los que amamos la historia y no tan solo eso, sino para quienes hemos vivido al otro lado del mar, si bien no en el periodo del libro pero si teniendo algún conocimiento de cultura general sobre el particular y aun no teniendo ni lo uno ni lo otro, puedo afirmar que es un libro cuyo argumento seduce aunque el género no sea el tuyo.
Las páginas se suceden con mucha rapidez, porque el trabajo de Rodrigo consiste, como señalara anteriormente, en recuperar a los esclavos fugitivos y llevarlos de vuelta con sus amos, por lo que tendrá que enfrentarse a persecuciones de diferente índole y también a la muerte de varios de los hombres que trabajaban para él, incluso su propia vida peligrará hasta que, debido a los mismos vericuetos de la historia, decide asentarse y formar su propia familia, si bien, siempre trabajando en lo mismo.
Estoy segura que las apasionantes vicisitudes a las que ha dado vida este autor, te mantendrán en vilo a través de las doscientas páginas de narración en un contexto histórico real a velocidad de vértigo y buscando siempre, estratagemas para ganar tiempo al tiempo y no dejar que nadie, absolutamente nadie, avasalle su forma de vivir y sobre todo, su forma de pensar.
En definitiva, una historia bien contada, bien narrada, con lenguaje en consonancia con el momento en que se vive y notas a pie de página, algunas veces para clarificar el momento histórico, otras simplemente para explicar el contexto. Esta entrega es la primera parte de una trilogía, la segunda “La plaza de la cebada” ha visto la luz hacia diciembre de 2014 y la tercera, suponemos que será en el transcurso de 2015, todos los libros son una historia cerrada y se pueden leer por separado sin ningún problema.
Sobre su autor: Ricardo Muñoz Fajardo, nació en el año 1961 en Madrid. Diplomado en Magisterio y Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid. También tiene un Máster de Dirección de Administración. Tiene publicados nueve libros sobre arquitectura modernista, además de siete novelas: El convidado de piedra, El último sueño, La Ley de la Gravedad, El solsticio de invierno, El rastro de los cimarrones, Las Siete Vidas, La Asociación de defensa del Muy y La plaza de la Cebada.
María Loreto