Vane Weston debería haber muerto en el terrible tornado que mató a sus padres. Sin embargo, él despertó sin recuerdos del pasado y con una imagen que ha formado parte de sus sueños desde entonces: una hermosa niña de pelo oscuro en medio de la tormenta. Audra es real, pero no es humana. Ella es una sílfide, un elemento de aire que puede caminar en el viento, traducir su voz y hasta dominar sus fuerzas para convertirlo en un arma. Pero también es una guardiana y ha hecho el juramento de proteger a Vane a toda costa. Cuando quienes provocaron el tornado vuelven a por Vane, Audra deberá revelarse para enseñarle a controlar sus habilidades.
Nos encontramos en un mundo en el cual los terrenales (las personas como tú y como yo) conviven con las sílfides (aunque ellos no lo saben), espíritus o seres mitológicos del aire. Vane, es uno de ellos, pero vive en la ignorancia hasta que Audra, la guerrera encargada de cuidar de él, no tiene más remedio que revelarle su verdadera identidad. Será entonces cuando el futuro de Vane cambié para siempre. Dejará de ser un chico normal y corriente, a convertirse en el único capaz de conseguir salvar la humanidad de unos malvados sílfides conocidos como Tormentos. Audra es una chica con una gran fortaleza y muy leal pero, demasiado cabezona. A veces, incluso llega a desesperar… Y Vane, es un chico que le ha tocado librar una batalla que ni le va ni le viene pero que, si quiere sobrevivir (y salvar a las personas que le importan) tendrá que hacerle frente por muy pacifista que sea. En el libro conoceremos que hay varios tipos de sílfides así como de vientos, y que cada uno cumple con una misión y características diferentes. La perspectiva que nos muestra la autora sobre estos seres es muy interesante ya que pocas veces se habla de ellos en otras novelas. La historia en sí, está bien. La sinopsis antes de conocer nada más sobre el libro me atrajo bastante pero hay algo que ha hecho que no terminara de engancharme. Aunque la trama va avanzando poquito a poco, el ritmo no deja de ser algo lento sin darse sucesos sorprendentes o con algo más de acción de la normal. Sinceramente, en ocasiones, tenía que parar porque se me hacía pesado. El final, por suerte, es lo mejor de esta novela. Como era de esperar, es donde se centra la mayor parte de la acción y es el que consigue que, pese a que durante todo el transcurso de la trama, el libro no haya terminado de convencerte, quieras darle una oportunidad a su continuación y te deje con la curiosidad por saber que les deparará a nuestros protagonistas. Light