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Reseña Nunca digas nunca – Amy Lab

Publicado el 31 julio 2012 por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Este libro puede no gustarte, pues hay una parte de la trama que flojea un poco y su protagonista no es que sea lo más, pero yo quizá necesitaba una lectura así tras unas cuantas novelas de las que esperaba mucho y no me dieron nada y al final (¡VAYA FINAL!) este libro ha conseguido algo que hacía varios libros no me ocurría: que lo terminara sin pensar en nada y fuera una vez concluido cuando le sacara los “peros” y no me tuviera refunfuñando página sí página también (hubo un “pero” que sí me hizo arrugar la nariz mientras leía, aunque nada importante, ya os cuento).

Nunca digas nuncaLa vida de Jacq da un giro trágico e imprevisto cuando pierde a sus padres y se ve obligada a trasladarse a un pueblo de la sierra de Madrid. Mientras trata de reponerse, tendrá que adaptarse a un país que le resulta ajeno y a un grupo de desconocidos, entre ellos, Samuel. Pronto se hará un hueco entre su pandilla e irá ganándose la confianza de todos, excepto la suya. Pero, ¿qué es lo que le ocurre a ese chico? ¿Cuál es la razón de ese halo enigmático que lo envuelve? Jacq no puede evitar hacerse preguntas acerca de este extraño que ahora duerme en la habitación de al lado y por el que empieza a sentir algo que se niega a reconocer. Las tardes en el bar, las risas en el lago y las fiestas nocturnas se convertirán en su día a día, pero tras todo ello se guarda un secreto que todos conocen y que nadie parece querer desvelar. Cada gesto es una señal; cada trozo de pasado, una pista que seguir…

El peligro y el amor están más próximos de lo que ella imagina…

El argumento trata básicamente de las relaciones que se establecen entre un grupo de amigos al que se añade Jacqueline-Jacq, la protagonista. Acaba de trasladarse a España por un accidente sucedido y ahora está con la familia de su madre (primo macizo incluido). Como veréis es una trama bastante parecida a otras que hayamos leído, pero para que no resulte un argumento tan trillado, las autoras [sí, son dos] han querido añadir un toque de misterio. Esto último que os cuento es lo que menos me ha convencido una vez terminado el libro y repasada la sinopsis: el libro es puro juvenil romántico con toques de misterio, y en la sinopsis parece que haya algo grande ahí detrás, una trama de suspense entremezclada con la romántica, y la verdad es que me quedé con las ganas. Esperaba algo oscuro, suspense, algo que me hiciera estremecer cuando supiera el qué, pero las autoras nos desvelan el misterio – se empieza a intuir hacia mitad del libro- y la verdad es que resulta un tanto flojo –por no decir que hay algo que no cuaja [es la primera vez que voy a usar los spoiler: si resulta que fue un accidente… ¿Lucía puede vivir con “la culpa” por muy “mala” que sea? ¿dónde está el cuerpo de Agnés? ¿cómo encubrió Lucía lo sucedido?].

Por otra banda, y para aplaudir el final, diré que las autoras me han dado un final como hacía tiempo no me daba nadie: literalmente me dejaron con la boca abierta durante medio minuto. No podía creerlo. ¡Por fin un final como a mí me gustan y sin epílogos! Un final de esos que te dejan muerta y del que no sabes más, pues ahí acaba la cosa al ser libro autoconclusivo, ahora móntate tú la película y termínalo como quieras.

Del argumento poco más os puedo decir: se establecen vínculos de amistad y hay por ahí un par de amoríos muy típicos. La verdad es que si te gustan estos libros así no te está de más; yo hacía tiempo que no leía un juvenil romántica tan romántica y me ha gustado, hasta me ha venido bien: es de esos libros que se leen sin pensar, vas pasando las páginas y vas viendo como el roce hace el cariño o como puede ser de fuerte lo que tengas con un amigo.

Los personajes ayudan mucho a que el libro sea como es, destacan más que el propio argumento, todos ellos tienen carisma. Podría decirse que cada uno de ellos cumple el rol típico de los integrantes de un grupo de amigos tradicional y aunque unos destacan más que otros, el círculo no se cerraría sin la presencia de alguno de ellos. Estoy segura que la mayor parte de chicas habrán conectado con Marcos y la mayor parte de chicos lo habrán hecho con Sandra, son dos personajes con garra y eclipsan a los demás cuando aparecen (las autoras sabían que iban a gustar y les han dedicado más de un capítulo en el que descubriremos aspectos de ambos muy interesantes). Samuel, el primo de Jacq, no me ha desagradado; ha habido un par de cosas de él que no me acaban de convencer sobretodo en cuanto a su comportamiento de “mirar hacia el pasado” pero es un personaje bastante reservado y por tanto agradecido de conocer una vez se deja ir. Casi que es el personaje que más me ha gustado.
El libro está narrado en tercera persona y aunque Jacq es una buena protagonista (podría haber sido muchisísimo peor), quizá conmigo no ha conectado por ese motivo. He visto cosas más pronto que ella (y me han quedado ganas de entrar y soltarle un ¡que no te enteras!) y me ha pasado bastante desapercibida cuando otros personajes entraban en escena.
Los demás secundarios, son lo que tienen que ser, cada uno aporta su trocito de hoja a la novela y lo hacen la mar de bien. Cada uno de ellos hace que te sientas como una más del grupo y Phoebe (la amiga de las Américas de Jacq) es la bomba, hacía tiempo que un personaje no me robaba una carcajada como lo hizo ella.

-Mira, haz una cosa, siéntate encima de Samuel y junta la cara a la suya porque si no, no hay forma. Esto no es una cámara panorámica, ¿entiendes?
Samuel la tomó de la cintura y tiró suavemente hacia abajo de ella para que se sentara en sus piernas. Parecía que todo aquello le divertía, pero ella lo estaba pasando fatal. No quería dejar caer todo su peso sobre las piernas de Samuel y le tiraban los gemelos de forzar la postura.
-Ahora sí. Esperen así un momento, voy por el celular… Es que quiero enseñarle la foto a Terry.
Despareció de la pantalla y dejó ver la pared posterior de su cuarto, donde tenía una foto de Orlando Bloom junto a otra… ¡de Samuel! ¡Era cierto! Tal y como le había dicho, había colgado su foto en la pared. ¿Se había dado cuenta él?
-Samuel –dijo cogiéndole de la barbilla y girando su cabeza hacia ella.

Para no alargarme más felicitaré a las autoras por ese mano a mano que han sabido llevar tan bien. Hasta que no busqué información sobre Amy Lab no llegué a descubrir que el libro estaba escrito por dos autoras, es increíble lo bien compenetradas que están que no se nota en ningún momento que el libro está escrito a cuatro manos. Equilibrado el diálogo y la narración, fresquísimos ambos, sencillos y agradables [aquí viene mi arrugamiento de nariz: hubo un momento en el que la conversación de los jóvenes no me pareció demasiado real, me preguntaba “¿realmente hablamos así los jóvenes y sobre estas cosas?” aún así lo dejé pasar, habrá tantos tipos de adolescentes como libros y personajes… ¿para qué darle más vueltas?].

3 y medio Un libro totalmente apetecible en estas noches de verano, lamparita lenguado en la cabeza. Nunca está de más un romance estival...

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Nia


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