¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Pensaba dejar esta entrada para mañana o pasado pero... ¿qué mejor momento para reseñar un libro que justo cuando lo acabas de terminar y tienes todos los sentimientos aún a flor de piel? Esta mañana me fui de librerías con Laura Camaleón, Sunako y Aineric y, aprovechando que ya había salido a la venta (y que había llegado aquí a Gran Canaria, ¡milagro!), no me lo pensé dos veces y compré Pulsaciones. Y dada la longitud de la novela y que está compuesta en su totalidad por mensajes instantáneos me la he merendado en un suspiro.
Está bien y tiene móvil nuevo, así que por fin puede hablar con todo el mundo por HeartBits.
No recuerda los tres días anteriores al accidente.
¿Qué habrá pasado durante ese tiempo? ¿Quién será ese tal Phoenix que no deja de mandarle mensajes? ¿Y por qué cada vez que Elia piensa en lo que ha podido olvidar... siente que le falta el aire?
Opinión Personal (sin spoilers):
QUÉ BONITO Y QUÉ TRISTE . Reconozco que tenía mis dudas con esta novela precisamente por el modo en el que está contada, a base de mensajes instantáneos mediante un programa tipo WhatsApp. No dejaba de preguntarme, ¿pero cómo? ¿Cómo se puede construir una historia a base de mensajes, en solo 200 páginas y sin que los personajes se queden excesivamente planos? Porque ya me diréis, a mí me parece bastante complicado. No es lo mismo que una novela epistolar al uso, a base de cartas o emails, del tipo Carta de una desconocida o Contra el viento del norte. En este tipo de libros es mucho más fácil destacar, hacer brillar el estilo de los autores, la narración, perfilar mucho mejor a los personajes... ¿o no? Y por eso mismo me llamaba tanto la atención. Por eso y porque dos cabezas siempre piensan mejor que una, y ya he leído a ambos autores y me imaginaba que juntos podrían crear algo realmente bueno. Y no me equivoqué. Así que, si tenéis los mismos miedos que yo desde ya os digo que los dejéis a un lado y le deis una oportunidad, porque estoy segura de que os llevaréis una grata sorpresa.
La es, a primera vista, bastante simple: Elia acaba de despertar de un coma tras haber tenido un accidente que se llevó con ella tres días de su vida, los tres días anteriores al accidente. Recuerdos que se han esfumado de su memoria y que se niegan a hacer acto de presencia. Lo último que recuerda es haber asistido al concierto de su cantante favorita y la voz de alguien que le decía: No puedo devolverte la canción, pero puedo mostrarte cómo danzan los peces . Por supuesto, a pesar de la frustración que supone para ella el no saber lo que pudo haber sucedido en esos días de olvido, cuenta con el apoyo de sus padres, su mejor amiga (que estará a su lado en todo momento intentando descifrar el rompecabezas, sosteniéndola cuando está a punto de caer y animándola a seguir adelante con sus consejos y ocurrencias) y otras personas como (una chica que conoce en la terapia de grupo a la que asiste, y que tiene media cara quemada como consecuencia de un incendio que ella misma provocó), y (un estudiante de intercambio que viene a pasar un tiempo a casa de su mejor amiga y con el que hará muy buenas migas). Pero si hay alguien que ayuda a la joven a salir del pozo sin fondo en el que se encuentra, que la entiende mejor que nadie y que es capaz de completar el vacío que siente a la vez que aumenta el desasosiego por la impotencia de no saber quién es ni lo que esperar de él, ese alguien es , un completo desconocido que contacta con ella por la mensajería y que parece conocerla, o no exactamente.
Y sí, ahora vamos a de Elia y Phoenix, porque decir que me ha fascinado es quedarme corta. Es tan especial, tan bonita, tan conmovedora que... ainss. En serio, mira que el libro me ha maravillado en su totalidad, pero los mensajes de estos dos los esperaba como agua de mayo y me han sabido a poco. Podría haber seguido leyéndolos toda una eternidad. Pero lo que más me ha gustado ha sido el modo en que los autores lo manejan de modo que quede real, cercano y coherente, que puedas meterte en la piel de Elia y pensar y decidir como ella. Porque a ver, ¿qué pensaríais si un "desconocido" os empezara a hablar y a soltar frases ingeniosas? Como mínimo te mosqueas, y lo más seguro es que quieras mandarlo a tomar viento fresco, que es lo que piensa Elia al principio, claro. Hasta que empieza a conocerlo, a sentir algo inexplicable, a desear saber más de él, a que ese espacio maravilloso que comparten relleno de palabras que va más allá de lo físico, que acaricia el alma y la colma... se quede corto, muy corto . Elia quiere más, pero Phoenix parece muy poco dispuesto a aceptar su propuesta de hacerlo real, palpable, a deshacerse de los límites del diminuto mundo en el que vive su relación. ¿Qué esconde realmente? ¿Qué sucedió durante esos días que Elia no recuerda? ¿Tan horribles son los recuerdos para haberlos borrado de su memoria?
No me hace falta mientras pueda leerte como ahora.
Aunque cueste creerlo, puedo oírte susurrar, gritar y reír.
Tu voz tiene en mi mente timbre, intensidad, altura...
El libro está repleto de referencias de películas y libros, frases inolvidables, aforismos... que nos harán sonreír e ir corriendo a por los post-it para marcar los que no conocemos. He disfrutado una barbaridad con ello, y todos están hábilmente encajados con la situación, con el momento perfecto haciendo que la historia brille incluso más.
No voy a negar que al principio, en los primeros capítulos, choca un poco el lenguaje de los mensajes de texto que acostumbras a ver en el WhatsApp, familiarizarte con esa manera de leer una historia cuando estás acostumbrado a la narración y los diálogos de toda la vida. Sobre todo para quién no le guste ver en una novela las típicas abreviaturas y florituras de los mismos. Pero solo me sucedió con el principio, cuando interactúan algunos amigos del clase de Elia. A partir de ahí, tanto ella, que es la principal protagonista, como el resto de personajes, hablan con propiedad (vamos, sin acortar palabras ni usando demasiados emoticonos o palabrejas típicas de la red (como el LOL), para que me entandáis. Que a mí esto en un libro no me entusiasma demasiado, pero ya os digo que queda genial). El único que se pasa a veces es Tommy, pero se lo perdonamos por ser el Mr. Guiri de la historia, un personaje bastante gracioso.
Uno de los puntos fuertes de la novela es que te mantiene en tensión, con los nervios a flor de piel, desde la primera página. Y la angustia por querer saber, por avanzar más y más deprisa, aumenta conforme se van sucediendo las páginas y nos van soltando pequeñas pildoritas por el camino. Hasta que llegas al final, un final que ya se intuye en las últimas páginas pero que igualmente te deja con un nudo en el estómago, un sabor agridulce y a la vez esperanzador.
Esta vez te he ganado en tu propio juego.
Considero que tanto Elia como los personajes secundarios están muy bien logrados y que no les falta profundidad, al menos no para contar la historia que han querido contar. Conectas con los personajes, vives y sientes con ellos, te emocionas, sonríes y también lloras (yo al menos, me pasé las últimas páginas llorando a moco tendido). Los autores han sabido fragmentar la historia a través de los mensajes con la intervención de diversos personajes para que todo encaje con precisión y coherencia. Seguro que muchos pensáis (como pensé yo), ¿pero por qué se van a escribir si pueden llamarse? Bueno, pues habrá que leer el libro para descubrirlo. Claro que puedan llamarse, y lo hacen, pero es cierto que la gran mayoría de nosotros a día de hoy usamos el WhatsApp para casi cualquier cosa, y los personajes de esta novela no podían ser menos.
En cuanto a las cuatro manos... no he descubierto qué capítulos están narrados por Ruescas y cuáles por Miralles, aunque en un momento o dos llegué a pensar "esto seguro que lo escribió Javier (solo he leído un libro suyo (a pesar de tenerlos todos!) y ya ni me acuerdo de su estilo, pero mencionan una obra que recomendó en uno de sus vídeos y supuse que fue él quien lo escribió, pero es una simple suposición), o esto es de Miralles (de él sí he leído varios libros)". No se nota en absoluto las cuatro manos, algo que me parece también normal ya que en este caso, al estar la novela contada a través de mensajes de texto, supongo que no hubo que unificar demasiado los estilos narrativos. Y por último, la edición es una auténtica preciosidad, está muy cuidada y es muy económica, cosa que se agradece enormemente.
Pulsaciones me ha parecido una novela muy especial, preciosa y conmovedora. Una historia que, pese a estar contada a través de mensajes de texto, profundiza a la perfección en las inquietudes y miedos de uno mismo, en lo duro que resulta enfrentarse a los problemas cuando estos nos superan, cuando pensamos que el mundo se nos viene encima y que nuestros brazos son demasiado endebles para sostenerlo sin quedar aplastados en el intento. Una historia que te enseña a mirar hacia delante, atesorar los recuerdos y lanzarte a la piscina a por nuevas vivencias, nuevos momentos que apilar en el baúl de los recuerdos. Porque en nuestra mano está el editar nuestro día a día y decidir el final de nuestra historia.
Os dejo el videoclip (por los autores y el grupo Nikosia)
¿Lo habéis leído? ¿Os ha maravillado tanto como a mí?