http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Orhan-Pamuk-Museo-inocencia_0_603539758.html
-Cuando uno relee una novela...bueno, primero te das cuenta de que son, por ejemplo, ochocientas páginas. En una segunda lectura, tal vez relees sólo unas cuantas de esas páginas. Y te vas dando cuenta de que la mayoría de las cosas que lees en una novela te las olvidas. Pero te quedas con una impresión. La alegría. El gozo. La sensación de descubrimiento que esa novela te dio. Muchos de los detalles se olvidan. La segunda vez que lees la novela prestas atención a otros detalles. La primera vez estás atento a lo que va a pasar, a quién se va a casar con quién. En cuanto uno más lee una novela más le presta atención a las cosas finas. Por ejemplo, el bolso pequeño rojo que Anna Karenina lleva con ella al principio de la novela o al fin de la novela cuando está a punto de suicidarse. Releer es ver cosas diferentes cada vez. Y, por supuesto, somos felices cuando vemos y encontramos estas cosas. Comenzamos a hablar con el libro. Me importa mucho la relectura porque redescubro el libro pero también porque me doy cuenta de cómo yo también he cambiado. En mi juventud leía como un animal hambriento que se devoraba todo. Sólo para tener una idea de lo que estaba pasando en el mundo. Ahora, más tarde en la vida, leo más lento y le presto atención a detalles mínimos, pequeñas coincidencias; le presto más atención a objetos y colores.