Posted: 04 Dec 2017 06:33 AM PST
Por CodigoOculto.com Un grupo de restauradores de la empresa Da Vinci Restauro con sede en Madrid afirma haber encontrado una de las cápsulas del tiempo más antigua de Europa.
Lo más extraordinario de todo este descubrimiento, es que esta cápsula contenía un documento de 300 años de antigüedad, que habría estado contenido dentro de una estatua hueca de Jesucristo.
El antiguo manuscrito tiene dos páginas y, según el equipo que está detrás del descubrimiento, data de 1777. Dicen que fue firmado por Joaquín Minguez, un sacerdote de la catedral de Burgo de Osma; según informan medios locales.
De acuerdo a los informes, el historiador local Efren Arroyo, que también es miembro de la Hermandad de Semana Santa de Sotillo de la Ribera y estuvo involucrado en el proyecto de restauración, dijo: «Es increíble, porque es realmente único encontrar manuscritos ocultos dentro de tales estatuas».Arroyo cree que el sacerdote colocó la cápsula del tiempo intencionalmente para registrar cómo era la vida en ese momento, aunque sus credenciales académicas no son particularmente claras.
¿Qué contiene el manuscrito?
El contenido de la nota comprende una mezcla aleatoria de temas, desde juegos hasta enfermedades comunes hasta deportistas famosos. Minguez habla de tifus y fiebres palúdicas que duran tres o cuatro días, los nombres de famosos toreros y regidores, y pasatiempos populares, como «cartas, pelota, calvo, bar y otros juegos pueriles».El sacerdote también cubre ciertos eventos políticos y económicos e información sobre la comida cultivada en el Obispado de Burgo de Osma. Él hace una referencia especial al vino, que había producido abundantemente durante «muchos años».La estatua de madera se encuentra en la iglesia de Santa Águeda en Sotillo de la Ribera, Burgos, al norte de España, y según el documento de Minguez, fue tallada por un hombre llamado Manuel Bal. Por más confuso y extraño que sea, la nota estaba ubicada en la parte trasera de la estatua, es decir, en su «trasero». Según las noticias, los restauradores encontraron el documento luego de retirar una pieza de tela utilizada para cubrir la parte posterior de Jesús.