Este pasado verano restauré varias cosas entre ellas la pieza que hoy vamos a ver, un atril de los que se colocaban en la pared debajo del teléfono y se apoyaba la guía telefónica.
Mi padre y yo salimos a buscar un escritorio antiguo que habíamos visto en una web, fuimos a una especie de rastro/mercadito que había en el pueblo de al lado. dimos una vuelta, cotilleamos la mesa y allí mismo vimos el atril (junto a otras muchas cosas antiguas bonitas), el chico nos lo dejaba muy bien de precio y no supimos decir que no. volvimos a casa con el escritorio que queríamos y un atril sucio y viejo.
Es una pena pero he perdido las fotos de cómo estaba cuándo lo llevamos a casa. Os lo podéis imaginar, lleno de polvo, con manchas de tinta, barniz cuarteado, pero sin rastro de carcoma.
Ahora nos queda colocarlo en la entrada y hacer la libreta de visitas siguiendo un estilo acorde con el mueble. Ya os lo enseñaré cuando lo tengamos todo listo.
*Irene*