Antes de navidad encontré debajo del televisor, en casa de mi abuela, un cubo con fotografías de familia del 1970. La verdad es que el cubo había estado ahí desde siempre, al menos desde mi siempre, pero no fue hasta unas semanas antes que, al ver que una amiga le preparaba un cubo con fotos a su novio, me acordé de él.
Entre esas fotografías, la que me llamó más la atención fue una de mi padre. Ésa es la fotografía que me propuse restaurar.
Las fotografías estaban protegidas dentro del cubo transparente, pero pegadas con celo encima del cubo interior de cartón. El celo que antes seguro que no se veía se había vuelto amarillento debido al paso de los años, así que decidí despegarlo. Puse a hervir un poco de agua y aproveché el vapor para, poco a poco, despegar con cuidado el celo. Aún así, perdí algún pequeño trozo de fotografía que se quedó adherido a él...
Detalle de una de las esquinas
Ya tenía las fotografías separadas, aunque el celo había dejado algunos restos de adhesivo. Decidí probar con líquido de encendedores para intentar eliminarlos (concretamente con uno de butano) ya que leí que funcionaba bien, por ser un disolvente orgánico que no deja rastros ya que se evapora muy rápido. No conseguí eliminar el adhesivo, lo que me hace pensar que quizás hubiera sido más adecuado utilizar líquido de recargar Zippo, por ser más denso. Sea como fuese, a esas alturas empezaba a sufrir por la integridad de la fotografía, así que decidí dejar de trastear con ella y escanearla para luego limpiarla digitalmente, donde los errores siempre se pueden deshacer.
Herramientas digitales
Aparte de los ajustes obligatorios de contraste y exposición tuve que eliminar polvo, manchas, arañazos y lo que resultó más laborioso: los restos de adhesivo.La herramienta de Photoshop Pincel corrector (Healing Brush tool) resultó ser de mucha ayuda. Su funcionamiento es similar a la herramienta de clonar, que permite sustituir zonas no deseadas de una imagen por zonas "limpias", solo que además se adapta a la exposición y textura de destino, evitando en la mayoría de casos que se note el "parche". ¡Pero si hasta existe en versión Pincel corrector puntual que ni siquiera requiere seleccionar el origen "limpio" de donde sustituir! En esta foto en particular, no resultó adecuado... Había utilizado estas herramientas para limpiar pelos y motas de polvo de negativos escaneados, pero nunca en una imagen tan dañada, donde los "automatismos" no suelen funcionar bien.
El "antes" y el "después"
Para borrar el adhesivo utilicé una mezcla de estas herramientas además de aclarar las zonas de color amarillo en la conversión a blanco y negro para que tuvieran el mismo tono que el resto de la imagen y así disimular su existencia.
Lo mejor es realizar el proceso de manera no destructiva, es decir, utilizando capas independientes para cada corrección. De esta manera se tiene un mayor control de cada cambio, además de poder modificar cada corrección hasta quedar convencido. Es tan eficaz trabajar así que no me puedo imaginar como me las arreglaba cuando no lo hacía de este modo.