
Hay días que debes aceptar para seguir. La escritura es una buena forma de transformarlos: al casero en un ogro desdeñoso, a la vecina curiosa en una bruja con una enorme verruga en su dichosa nariz o a la yonqui como una princesa embrujada… Así puedo contar hasta cinco o cinco mil. Quizá los cuentos nos prepararon para este tipo de personajes, puede ser que la vida sea un cuento que hay que descubrir y describir.
