"Amada imaginación, lo que más me gusta en ti es que jamás perdonas."
André Bretón.Miro el portarretrato desde donde, aún, me sonríe... y recuerdo cuando Ella Era:
La Dama de los acantilados.
Soy El Caballero de las olas encrespadas,
vencedor del Hastío y del Cardumen…
Hilvano los arpegios de secretas caracolas
en briznas de colores impalpables…:
Tributo a La Musa de mi Era,
austro Edelweiss en cuencas de girasoles.
Un aullido quedó hincado
en las púas de la roca
y unge las aguas…
Soy Árbol mensajero de cobijo que arrulla
y reposa La Niña en el tibio musgo de Mi Silencio
mientras La Noche paga, con sus horas,
el precio de La Mañana…
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Recuerdo, también, cuando Ella ERA Mi Modelo favorito... Cuando la pinté así...:
Muchacha con fruta oliendo una flor.
Cada minuto rota inverso
en el perfume de una espira de relámpagos...
Tu ojo, en éxtasis,
sueña el deleite de un anhelo
y urden tus labios, sin abrirse,
los arpegios de la lira de fruta...
Caracola de la añoranza,
vienes del Arcano de la noche
a posarte en mi desvelo...
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...y me sorprende que nada de eso tiene que ver en algo con la vulgar realidad de esta asquerosa tortilla pre empacada que me como hoy porque Ella ya no está aquí para que cocináramos juntos, como antaño... Qué asco de vida y de muerte... tan cerca de esos mismos acantilados donde Ella Era Mi Dama...!