Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Alejandra Pizarnik
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.
Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra.
por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.
ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada.
Memoria iluminada, galería donde
vaga la sombra de lo que espero. No es
verdad que vendrá. No es verdad que
no vendrá.
explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome
Alejandra Pizarnik, Árbol de Diana, 1962 (Fragmentos)
A boca de jarro