Mira que me he dicho veces que no voy a hablar más de política. Mira que intento por todos los medios desintoxicarme de esa "adicción" a escuchar atentamente los debates televisivos y a poner mi opinión sobre la mesa a pesar de saber que estoy en las antípodas ideológicas de quien me escucha. No merece la pena, me he dicho a mí misma una y otra vez, decepcionada por esa idea trágica que se ha adueñado de España según la cual todos son igual de burros (dicho desde el cariño), aunque con distinto pelaje .
tira "pal" monte, y me descubro, de repente, traicionando los principios de karma y tranquilidad que aprendí en clase de meditación, y renegando nuevamente por lo "bajini" de lo divino y de lo humano.No hay manera, yo lo siento, pero a veces es que no hay manera de mantener la calma. Decidme vosotros, si no, cómo es posible aparentar serenidad ante noticias como esta:El Congreso debate una iniciativa para recortar en retratos oficiales. (20minutos.es)No me digáis que la cosa no tiene "telita" que cortar. El Congreso debatirá, y se quedan tan tranquilos al decirlo, si es normal y procedente que se gasten entre ochenta y cien mil euros en un cuadro para loor y boato de Bono, del otro y del de la moto. Y encima, subvencionados como tienen sus señorías el comedor, el bareto y la estancia, no quiero ni imaginar lo que va a costarnos a los de siempre la discusión y el consenso.Valga sea la comparación, y aun a riesgo de que me llaméis demagoga, esto es como si en una casa donde de los cuatrocientos euros de ayuda familiar, se pagan doscientos de hipoteca, la familia se sentara a debatir si van a seguir yendo todos los fines de semana al cine. Eso sí, además, amenizando el encuentro familiar con kilo y medio de langostinos y una botellita de vino fino del bueno, todo patrocinado por la solidaridad de la vecina de enfrente. Demencial.Ahora, yo tengo la solución. A estos políticos nuestros les ponía yo de jefa a una madre de las de antes. No como soy yo, no como somos de blandas las madres de ahora. No, no, de las de antes, de las que tú les decía: "mamá, a mi no me gusta el yogur de pera" y ella te contestaba: "pues ya lo sabes para otra vez, porque hoy ya le has quitado la tapa y tú te lo comes". Y anda que no te lo ibas a comer, aunque te llevaras dos días pensando con fatiga en la perita de marras y en aquel caldo viscoso todo lleno de trocitos.Economía de guerra, señores, eso es lo que aprendieron nuestras madres y es lo único que España puede soportar. ¿Debatir un gasto superfluo, cuando no hay dinero para los goteros de un hospital? Pero ¿dónde aprendieron contabilidad estos cabezas huecas? ¿Con qué clase de madres se criaron que no les pusieron nunca los puntos sobre las ies? Mi madre, vamos hombre, mi madre me hubiera dado veinte duros de los de antes para hacerme el retrato en el fotomatón. Total, "pa" el careto que tienen algunos, si eso no lo arregla ni aunque el cuadro lo pintara Velázquez.Mira que me he dicho a mí misma que no voy a hablar más de política...