Revienta el aire con tu grito
y el toro se alimenta de mi sangre
Aquél que persigue con afán el lujo
todo rastro pierde en el infinito
Cae. En el pozo rojo del infierno
rebota y cae de nuevo. NegroPero el fénix siempre regurgita
de si mismo. Traición al cielo
¡Que mueran de verde las avispas!
¡Que mueran de azul los infelices!
¡Que mueran!
Quién puede echar en falta la nada
Sí. Los que nunca dejaron de tener algo
Refuerzo mi armadura a tus ataques
negro augurio. Aseguro en el centro
mi yelmo antiatómico. Ja ja ja.
© José Antonio Ferrández