Bibliometro #50. Medio siglo de lecturas bibliometrinas, faltaría más. A veces no sé si tengo la impresión de que debería ser más, o incluso menos, ¿cuánto hemos estado leyendo durante todo este tiempo? Como sea, pueden comprobar que seguimos de la mano de Stephen King, en este caso con Revival, una novela relativamente reciente, de la década pasada. Vamos en racha, ja, ja.
Revival es sorprendente y demuestra nuevamente la habilidad de Stephen King para engarzar lo corriente, lo cotidiano, lo humano en toda su extensión (desde lo más ruin hasta lo más sublime, pasando por toda una amplia gama de penas y alegrías, de emociones y pesares) con lo terrorífico o sobrenatural o extraordinario de una manera tan natural y orgánica que, aún luego de más de treinta o cuarenta años de carrera literaria, no deja de maravillar y pasmar. Puede que en estos días suela repetir tal o cual cosa hablando de los libros de King que vayamos comentando, será inevitable, pero eso no es óbice para señalar, con absoluta rotundidad, que cada lectura es única y auténtica no obstante algún que otro elemento común.Revival nos cuenta, en primera persona, la historia de un hombre y de un pastor al que conoce cuando tiene seis tiernos años. El quinto en discordia, que le llama. El protagonista nos cuenta la historia de su vida, desde que vivía en un pueblito rural de Maine en una numerosa y devota familia cristiana hasta que es ya un viejo que necesita quitarse del pecho todo el horror que ha contemplado a lo largo de los años y que tiene que ver con ese pastor que un buen y lejano día llegó a hacerse cago de la iglesia metodista del pueblito. Como es de imaginar, la historia de su vida es un repaso por temas recurrentes en la obra de King: los amores y las decepciones, la búsqueda y la lucha por la individualidad, la formación vital de personajes nacidos en lugares no muy favorecidos, la rudeza y dureza de la vida rural y lejana de los grandes asentamientos urbanos, esa forma de vida (de mirar y vivir la vida) más conectada con los elementos que se ha ido perdiendo con los tiempos cada vez más locos y fugaces..., es decir toda una profunda observación existencial y social que además adereza con su visión, tan encantada como algo amarga, de los íconos estadounidenses y algunos de sus rasgos más reconocibles de ese american way of life, por ejemplo todo el asunto de las ferias o parques de diversiones, verdaderas maravillas del entretenimiento que también pueden ser refugio de esa raza de charlatanes tan propia de ese país. Es todo un tortuoso y sinuoso recorrido el que vive el protagonista, y les reservo los detalles a ustedes porque tiene emociones puras y bellas así como viles y abyectos agujeros negros, nada que King no sepa capturar con absoluta precisión y sugestión, o mejor dicho magia, porque ese es el efecto: el halo mágico que te rodea con sus palabras, que te hace caminar con los personajes, sufrir y gozar con ellos. Y claro, ahí está el pastor, cuya presencia es una sombra constante, y crucial y definitiva, en la vida del protagonista; un pastor cuya mayor cualidad es una malsana y enfermiza obsesión con el poder de la electricidad, la cual, sumado a otro hecho que también les reservo, lo impele a cometer todas las atrocidades que comete y que, por cierto, nos conducen a nosotros, los lectores, hacia uno de los finales más alocados y asombrosos y apoteósicos y retorcidos e infernales que he experimentado últimamente, un horror de proporciones cósmicas que te deja turulato, aunque eso es decir poco.Aunque pueda darse por hecho o sea de perogrullo, he de señalar que la construcción psicológica tanto del protagonista como del pastor, este improbable pero rotundo y tremebundo antagonista, es de una complejidad y profundidad y oscuridad (la tristeza, la desidia, la abulia, la desesperación) que necesito destacar porque es otro de los grandes rasgos del poder literario de King, el cual no siempre se aprecia o aparece en algunas de sus obras; además de su potente retrato de la oscuridad, que a veces le sale muy por encima, si bien por suerte no es el caso en Revival, en donde esa oscuridad no se traduce en maldad arquetípica, sino en algo mucho más devastador y nihilista. No estamos ante uno de los libros "amables" y buena onda de King, eso es seguro. Y me encanta por eso, ja, ja.En resumidas cuentas, tenemos una coherente y potente y firme, y ambiciosa, mezcla de coming-of-age, novela de formación, relato de misterio/suspenso además de historia de terror/horror, todo construido con la mano maestra de su autor, que siempre será capaz de capturar tu atención y transportarte a las entrañas mismas de lo que está narrando. Genial y fenomenal. Revival ha sido una de mis lecturas preferidas suyas.
No es la perfección vista en la ficha bibliográfica de Fóllame, de Virginie Despentes, pero lo que tenemos acá me gusta como se ve, cinco timbres, la inmensa mayoría (el 80%) de este 2024, claritos y ordenaditos, como debe ser, oh sí. No hay que hacerse muchas ilusiones, este tipo de fichas bibliográficas son la excepción que confirma la regla.