Magazine

Reynoble Platinum 2006

Publicado el 22 noviembre 2009 por Mariano
Como manda la publicidad, ya toca ir haciendo acopio de víveres para las navidades, y, entre otros, aquí hablaremos del vino.
La idea de comenzar la campaña en este blog paralelo responde a dos razones, la primera es que hacía tiempo que no publicaba nada y ya tocaba, la segunda, que al margen de su precio, el tinto del que vamos a hablar es todo un lujazo que merece presidir la mejor mesa de nochebuena junto al pavo, el rodaballo, el cordero, el capón o lo que a ustedes les parezca conveniente echarse al cuerpo la noche del 24.
El protagonista es el hermano mayor de Viña Zorzal, un delicioso cesto de frutas que comentábamos hace algún tiempo en el blog principal. La criatura en cuestión se llama Reynoble Platinum 2006, y es un coupage de merlot (85%) y graciano (15%).
Reynoble Platinum 2006
Mi primera reacción, como la de muchos tal vez, fue arquear una ceja al ver tal proporción de la bordelesa en un tinto en Navarra con 13,5º, pero la bodega es seria y su materia prima más todavía (70 ha de viñedo propio), por lo que había que darle una oportunidad, sobre todo tras ver que había sido sometido a una maceración corta (12 días) y a una semicrianza en roble francés de tan solo cuatro meses (lo que es bastante osado para el vino "top" de una bodega que hace reservas). Así que con la mente muy abierta allá nos fuimos.
Reynoble Platinum 2006
Decantamos y servimos a 16º. A la vista apareció un picota mate, y partiendo con una nariz audaz, de fino verdor, evocadora de matas de tomate hacia pimiento verde, ciruelas secas y guindas en licor que conforme pasa el tiempo en copa se suavizan, y van recordando más a fresas con nata. Lo que no se mueve es un curioso fondo de bosque húmedo muy sugerente, personal.
Reynoble Platinum 2006
Y aunque la boca amenazaba posible agresión, ocurrió todo lo contrario. Entró fresco, muy fresco, balsámico. Las hierbas ahora recuerdan a menta seca, con cierto toque licoroso y taninos algo secantes que se hacen más presentes con la temperatura. Lo mejor de todo (y esto ya son gustos particulares) es su fantástica acidez, que me trae recuerdos de los vinos atlánticos que tanto me gustan, y que hacen que la golosidad no impida querer otra copa más. Considerable retronasal de evolución, con frutillas del bosque, hierbas aromáticas y de nuevo el bosque.
Reynoble Platinum 2006
Un gran vino perfecto para, limpiar la boca, y que el paladar pueda seguir adelante en esas copiosas cenas navideñas.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Mariano 2 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta