Como si una de una enorme piedra sobre nuestras cabezas se tratara, así ha caído la noticia de la dimisión de Peneadicto. Nos hemos quedado sin representación divina en la Tierra...
Los pilares de nuestra civilización se derrumban y nos dirigimos a un final sin retorno dónde sólo los justos y bondadosos tendrán opción a la salvación eterna...rezad, rezad malditos!!!
Desgraciadamente, nunca contamos con la aprobación del ex-Papa...
Saludos.