Revista Literatura

Rezar es hacer el amor

Publicado el 22 julio 2011 por Migueldeluis

La mayoría de la gente no sabe rezar. Se sabía poco antes y menos ahora. En otra época me hubiera callado; ahora lo que sé quizás le valga a alguien. Suponiendo que me lean y que me crean.

Defectos

Lo primero que hay que entender es que hay que olvidarse de la oración perfecta. En la Tradición cristiana amar y ser amado por Dios no se puede merecer, es un regalo que Dios hace. Creer merecerse a Dios es tanto como creerse Dios. Por eso una oración puede contener defectos y no impide que eso sea una oración. La persona que reza puede tener todos los defectos del mundo, pero eso no impide que Dios la ame.

La oración contrato

Y es que la oración no empieza cuando rezas. Dios ya la empezado por tí.

Sin embargo hay que huir de la oración contrato. Es lo típico de “hago tal cosa si Dios hace tal cosa”. En palabras de C.S. Lewis “Aslan no es un león amaestrado”. No va a hacer lo que tu quieras porque hagas una oración hermosa. No se trata de eso, ni de grandes poesías, ni de una cuidada liturgia, ni de acompasados salmos.

Dios valora todo eso, como el padre valora el dibujo de su niño pequeño. Lo quiere porque procede de quien ama, porque quien ama ha dejado su corazón en ello, no porque sea una obra de arte.

La verdadera oración

La verdadera oración consiste en adorar. Y adorar no es lanzarse suplicante aplacando a un reyezuelo engreído que necesita una escalera para sentarse en su trono. Adorar es responder al amor que de Dios primero ha partido y en cristiana libertad la adoración puede tener muchas formas.

Gloria al Padre Gloria al Hijo Gloria al Espíritu Santo Como era en un principio Ahora y Siempre Por los Siglos de los Siglos Amén

Ésta es la forma cristiana más compacta; la oración minimalista, si se me permite. Por mi parte, más que hacer un tratado de oración quisiera dar testimonio de ella y animaros a rezar. Incluso a probar diversos medios. En mi caso, el que mejor me ha servido ha sido la Liturgia de las Horas, que es la oración principal de los monjes.

La Liturgia de las Horascache es exigente: Invitatorio, Himnos, Tres Salmos, Lectura Bíblica y Responsorio forman su estructura central. Se reza mejor en comunidad — es la mejor forma de aprenderla — y requiere de saber un poco. Pero sobre todo exige paciencia, y con ella poco a poco abandonarse al amor de Dios.

Y entonces será cuando comprenderéis el sentido de este título.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas