Revista Diario

Ricardo

Publicado el 06 agosto 2011 por Eternalolita
 Hace un mes que no veo a Ricardo. Podría decir que me la pela, o que me la suda ampliamente, pero a parte de no tener pene, quedaría muy obsceno.

 Se suponía que vendría para mi cumpleaños, pero el único papel que tuvo ese día en mi vida, fue el de no aparecer. ¿Qué clase de pareja no te manda ni un sms por tu cumpleaños? Después, quedamos en vernos por nuestro aniversario, que por cierto, fue ayer. Como os podréis imaginar no apareció, y la verdad es que yo ni me acordé de en que día vivíamos hasta que él me lo dijo. Así que, por todo esto, cuando me dijo que vendría el día doce, no le dí la mayor importancia, en unos días me saldría con cualquier excusa para posponerlo. No tuve que esperar tanto. Tras medía hora de charla intrascendente, me dijo que no vendría, que estaba arto de recorrer seiscientos kilómetros solo para verme un par de días. Le dije que lo entendía. ¿Para qué discutir? ¡Y se puso echo una fiera! ¿Estaba enfadado porque yo no me había enfadado porque él no quería verme? ¿A parte de aguantar su desprecio tenía que llorar y patalear para hacerle feliz? ¿¡Pero de que cojones va este tipo!? No es guapo, no es demasiado inteligente, no es capaz de apreciar la beldad que tiene a su lado… ¡Y encima el sexo con él ha pasado de mediocre a pésimo! ¡Si al menos me follara bien! No se por qué no le despacho de mi vida para siempre. Creo que me importa tan poco, que me da igual si está ahí o no.
 No me gusta ser capaz de mantener una relación tan frívola. Nunca he estado enamorada de él. Nunca he estado enamorada de otra persona que no fuera Sergio. Al principio, Ricardo me recordaba a él, por eso acabamos restregándonos en las sabanas de la cama de aquel hostal. Después, cuando me di cuenta de que eran la noche y el día, de que no era para nada parecido al ideal masculino que yo buscaba, me había acostumbrado a su presencia. No le amo. Vale. ¿Pero acaso seré capaz de volver a amar a alguien? Yo creo que no. Creo que me pasaré el resto de mi vida buscando a Sergio en otras personas, sin obtener ningún resultado, salvo el de ir dejando victimas inocentes por el camino.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista