Rick Rubin es conocido mundialmente como uno de los productores discográficos encargado de darle forma a discos esenciales del rock, el heavy metal y el rap. Que alguien como él haya decidido plasmar sus conocimientos en esta monografía puede parecer una ventaja, pero ¿lo es?
Es cierto que el libro se puede concebir como uno de autoayuda, ya que sus conocimientos son aplicables a cualquier tipo de disciplina, aunque hay ciertas pinceladas de dogmatismo, de una postura distante desde la que el autor predica su sabiduría y tacha de error todo aquello que sea un intento de salirse de su método.
Aunque Rubin tuvo a bien sacar del anonimato a varias bandas para convertirlas en estrellas, todo lo que indica en su libro es justo lo contrario a lo que hizo durante la grabación de 13, el último disco de Black Sabbath. Es decir, en el libro se habla de entender al grupo, de ofrecerle alternativas y de todo lo demás, pero también de respetar su esencia.
Pues bien, Ozzy Osbourne, cantante de Black Sabbath, declaró que «lo primero que nos dijo Rubin es que nos olvidáramos de que éramos una banda de heavy metal. Luego nos puso nuestro primer disco y nos dijo que lo escuchásemos y que fuéramos a una época en la que no existía esa música. Posteriormente, añadió que nos olvidásemos de todo lo que habíamos grabado después y que nos centráramos en grabar la continuación del primer disco, lo que no dejaba de ser algo ridículo». Así que si buscas inspiración para crear, lee el libro y olvídate de contratar a Rubin como productor.