¿Te ríes?
Empiezo por la pregunta tonta número 1: ¿Te partes de risa?
Me1 refiero si alguna vez ríes espontáneamente, como si nadie te estuviera escuchando. Bueno, pues deberías. Comienza tus mañana con una buena risa y no tendrás que preocuparte del resto del día.
Me encanta reír. Es un tónico. Me pone a tono, me hace sentir bien y me mantiene en la mejor condición mental
La risa es más o menos un hábito. Algunos necesitaréis práctica. ¿Pero qué dificulta practicarla? Ríe y vive más —si estás triste y te sientes desafortunado ríete y aterrarás a tus fantasmas. La magia de la risa extrae la felicidad de cualquier situación: automáticamente la risa nos alegra. Si estás aburrido, ríete, porque la risa es acción y la acción destrona a la tristeza, las preocupaciones y todas estas cosas.
La verdadera risa es espontánea. Como el agua de la fuente burbujea una mezcla de acción y espontaneidad —dos pociones mágicas.
Por tanto, yo, por mi parte, ¡me río! ¿Por qué no me sigues? El experimento no te de dolerá. Solo necesitas buscar una pizca de voluntad.
su esperanza está en el ejercicio físico
Mira a alguien triste por la calle. Camina como si arrastrara un carro, sin energía, ni elasticidad, ni vigor. ¿Cómo puede reírse nadie así? Lo que necesita es espíritu, energía, la capacidad de lanzarse a la acción. Su esperanza está en el ejercicio físico, que le pondrá a todo —después de eso todo se simplifica, el cerebro se aviva y es capaz de luchar contra la inercia del aburrimiento que le ha tenido atado.
Y, recuerda, el entrenamiento físico no tiene por qué ser complicado. Sal al aire fresco y camina con brío —y no te olvides de llevar puesta tu sonrisa. No te sobrepases. Póntelo fácil al principio. Un poquito esta mañana, un poquito más esta tarde. A la primera oportunidad que tengas, sal y camina y después corre, corre, corre hasta que caigas exhausto sobre la hierba. Y luego ríe, ríe, ríe, porque ya estás camino de la felicidad.
Inténtalo ahora —no esperes. Hoy es el día. O, si ya es de noche, deja de leer, y da unas vueltas a la manzana. La actividad activa la alegría como ninguna otra cosa y también tu mente. Hasta que no hagas este primer esfuerzo no pensarás de verdad. Necesitamos vigor para pensar.
La actividad activa la alegría
No dejes de moverte. Es tan fácil, barato, fácil y ayuda tanto al descanso y al trabajo que no hacer ejercicio es un crimen contra ti mismo. ¡Y ríe! Tú que estás vivo, si no tienes el hábito de reír, adquiérelo. No pierdas la oportunidad de reírte. Un sonrisa es mejor que nada, una risa mejor, pero la carcajada es tu objetivo. Y cuando lo hagas analiza tus sentimientos.
Hago esta predicción. Si empiezas el hábito de ejercicio y de reír a la vez, los mantendrás.
Y si no, por lo menos, ríete de mí.
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Notas
- Adaptado del primer capítulo de Laugh and Live de Douglas Fairbanks