la tarde se nos muere y llora fuerte,
el horizonte, sangra sin aliento...
que mal vestidas caen al momento
las sombras a llevar al sol ante la muerte
.
pero el sol revive en rara suerte
lleno de luz, calor, tan opulento;
-que distinto nos pasa sentimiento-
su partida, en nada a los dos nos convierte
.
si la noche, la tarde y este día,
regresan luego de irse unas horas,
¿porqué nuestro amor ahora ignoras?
¿porqué no volverás con tu sana alegría?
pero con el recuerdo puedo verte
desnuda, como quiere el pensamiento,
y aunque me hace mal, no me lamento
no me imagino vida luego de perderte
.
el fruto de la noche
el fabuloso árbol de la noche
es un guardapájaros
tiene hojas que brillan, lejos, muy lejos
albergando nidos secretos
donde posiblemente el amor sea eterno
.
sé bien que la nada y el infinito
son iguales
y que las dudas no siempre merecen dejarse atrás
.
me gusta sentarme bajo las ramas negras
del árbol de la noche,
me gusta mi soledad -que es mi propia creación-
.
he descubierto también que todo y el infinito
son parecidos
y que la esperanza siempre es futuro
.
imperturbable cielo nocturno,
soy el fruto maduro de tu vientre,
y ruedo por la tierra ansiando estar en la canasta
del recolector de las vidas felices
.