Revista Diario
¡Vente pa'casa quillo!
A la fuente,
corre un chiquillo
a apagar su sed,
como mudo pajarillo.
Desde el camino,
su madre le grita:
- ¡Vente pa'casa ya, hijo mío! -
- ¿No ves que el alborán revuelto está? -
Su ronquido va cubriendo
las bocas y los ojos añiles
de las moradas que rodean
los castañeros y los romeros.
El chiquillo mira a su madre,
pero de ella nada