¿No estaría mal que pudieses aprender alguna forma de descanso a parte de dormir, verdad?. Seguro que te has preguntado más de una vez: ¿Cómo calmo la ansiedad y la tensión acumulada cada día?
Para poder seguir la rutina diaria, a veces es necesario tener la mente bajo control. Hay tantas cosas que te afectan en la tranquilidad y la paz interior, que sería imposible eliminarlas todas. Pero sí es posible realizar ciertos rituales para mejorar la relajación y el descanso de las actividades.
Ayudar a calmar la ansiedad y los nervios que te produce el estrés, es tan sencillo como dedicarle unos minutos cada noche.
Estudios científicos demuestran que las personas que toman tiempo cada día para relajarse, meditar o bajar su ritmo de respiraciones, prolongan su juventud y son menos propensos a enfermedades de todo tipo. El cuerpo es muy sabio, y se da cuenta de cuándo inviertes tiempo para él. Al igual que el cuerpo, también la mente agradece los ratos de calma y serenidad.
No has escuchado nunca esa frase que mucha gente dice: “ya dormiré más cuando me muera” o esta otra que dice: ”no voy a perder el tiempo haciendo la siesta”.
Por supuesto que este grado de ignorancia respecto al descanso personal, refleja el grandísimo numero de personas que necesitan reducir la ansiedad y calmar los nervios.
Supongo que estarás de acuerdo conmigo en que dormir las horas requeridas ( 7 u 8), no es para nada malgastar el tiempo. Sino más bien una inversión necesaria para mantener el equilibrio y estabilizar cuerpo y mente.
¿Cómo puedo relajarme y tener estos momentos de paz cada día?
Pues la respuesta es muy sencilla. Te pondré un ejemplo de cómo hacer que esto ocurra en situaciones cotidianas.
Bañarse: Prácticamente todos los días de la semana te das un baño o una ducha caliente para eliminar el sudor y la polución que recoges al ir a trabajar. (tren, coches, bares…)
Pero no te das cuenta de que ahí mismo tienes tu momento de ritual y relajación que te permite descargar todo el contaminante que has recogido durante el día.
Aquí tienes una buena manera de reducir la ansiedad y aliviar las tensiones. Siempre y cuando lo hagas de la siguiente manera:
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Avisa a tu familia que vas a tener unos momentos para ti. Que nadie te moleste durante ese rato, porque vas a estar ocupada invirtiendo el tiempo en tu relajación y tu meditación.
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Tómalo en serio, dedícate a sentir cómo el agua se desliza por todo tu cuerpo y finalmente se escapa por el fondo del desagüe. Cierra los ojos y procura respirar lo más profundo y relajado que te permitan tus pulmones.
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Hazte masajes suaves de recompensa por toda la actividad que has realizado durante la jornada. Mueve el cuello de un lado a otro y piensa en todo lo bueno que tienes en la vida. (tu hijo, tu familia, los paisajes, la tranquilidad de tu hogar…)
De esta manera ya has liberado tensiones y sólo has estado haciendo una actividad que haces cada día (ducharte). Con estos pequeños rituales no te costará calmar la ansiedad que tanto te molesta, y al menos estarás contribuyendo a que tu cuerpo y tu mente se sientan atendidos.
Te dejo más ejercicios sobre meditación aquí.
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