Verdi iba al Florián, pedía café y se sentaba a escribir sus óperas, rodeado de fans.
Wagner iba al Lavena, pedía café y se sentaba a escribir las suyas, rodeado de fans. Dicen que Wagner escribió Parcifal sentado en el Lavena. Los mismos días y a las mismas horas, pero Verdi y Wagner jamás cruzaron la plaza para saludarse.La competencia de los dos cafés comenzó en el siglo XVIII y ha crecido con los años - los venecianos comentan los personajes famosos que van a uno u otro.
El Florián cuenta con Goethe, Proust, Hemingway y Mark Twain como visitantes constantes. El Lavena con Liszt, Rubinstein y Rostropovich, pero también con el famoso Casanova.Casanova inventó una mezcla de cafés que hasta hoy lleva su nombre y que es secreta. Primero se prepara un café hervido con ciertas semillas al que se agrega un espresso y crema batida. Patentado - pueden probarlo sólo en el Lavena.
Para hacerlo fácil, aquí tienen el website del Caffe Lavena y aquí el del Caffe Florián - ¿a cuál irían?