Ya que estamos reiniciando este blog, qué mejor momento para plantearnos un modo de rematar los análisis que aquí se hagan. Con ese pensamiento en la cabeza y removiendo los recurrentes debates acerca de la importancia de poner o no notas, yo doy mi respuesta. Y es ésta:
Sí, muchachos, ésta es mi respuesta a todas esas peleas acerca de la necesidad de una firma numérica tras cada disección de un videojuego. Personalmente, me parece fundamental ser capaces de resumir, de concluir, de rematar cada jugada con un maravilloso gol, y ese gol ha de ser “algo”. Vale un número, vale un pequeño comentario a modo de conclusión, vale una opinión. Perfecto, juntemos todo ello. En nuevebits.es voy a dar una nota numérica, pero en lugar de poner un dígito, lo voy a situar en una escala. Esa escala, ese podium, para que tenga más sentido y sea más personal, no va a consistir en una escalera numerada, sino en compararlo con un título que a mí me diga algo, poniendo éste en comparación con otros. Creo que así soy capaz de lograr, a la vez, dar una puntuación, dar una opinión y… echarnos unas risas, que es lo más importante de todo.
Vamos a explicarlo de una manera más detallada, y de paso me echo un rollo bueno acerca de los RPG que más me han marcado en mi vida, y de Final Fantasy XIII.
El juego perfecto, redondo y maravilloso.
El pasado viernes tuve que escribir mi manera de ver los videojuegos para mi biografía como colabodor de Zehn Games.Mientras lo hacía, intenté pensar en el juego que, realmente, más me ha marcado a lo largo de mi vida. Como una bofetada, ahí apareció el Soleil de Megadrive.
Soleil no es largo, pero su historia es bellísima, mucho más si la juegas siendo un crío. Cuando eres pequeño y te enfrentas a un videojuego, todo te sorprende, todo es nuevo. Que en un juego de aventuras te transformes en monstruo, te persiga un héroe, te pegue y se te haga reflexionar si pegar a los que son diferentes está bien o está mal… Pues te deja con el culo torcido ¡Llevaba machando villanos toda mi vida! Entonces… entonces.. Súmale a eso un sistema que te permitía llevar dos animales contigo. Según los que llevaras equipados, variaban tus poderes ¿Variaciones en la jugabilidad? ¿Cómo? ¡Que tengo diez años, todo esto es demasiado nuevo! Ah, que también tiene viajes en el tiempo y sale Sonic. Soleil es mi juego, y ya está. Mi once. Cuando me encuentre con más como estos, pondré la viñeta que veis arriba.
El título sorprendente. Le falta un punto, pero es glorioso
Aquí tuve un dilema. Realmente debería poner al Final Fantasy VII, pero no. Si Soleil me sedujo de crío, es cierto que los desvaríos de Cloud me convencieron de adolescente, pero la experiencia de jugar a The World Ends With You fue tan fantástica que me enamoró siendo ya un hombre hecho y derecho. Ya era un cabroncete que le veía fallos a todo, que estaba con esa tontería de “…mmm antes molaba todo más”. Pero llego Neku y aluciné.
Una maravilla a los controles, una historia más que interesante y retorcida, una jugabilidad sorprendente, una… Sí, chavales, el Bioshock está guay, los COD están chachi. Todo lo que queráis, pero el mejor título de esta generación es esta joyita de DS. De un 1 a un 5, éste será mi cuatro, y con la viñeta en cuestión lo daré a conocer.
Tiene fallos, pero está genial
Eso a deja al tristón de Cloud para señalar el ecuador de la lista. No nos engañemos, Final Fantasy VII tiene más fallos que el PSN Network, pero sigue siendo genial, como el PSN Network. La traducción apesta, no está bien rematado pero es la cosa rolera más maravillosa que tuvo la PSX. Si pongo aquí un juego es que tiene esa magia genial, es chachi, gusta. Pero tiene defectos, sólo que no te acordaras de ellos. Sólo te quedarás con lo absolutamente importante: que la experiencia ha sido jodidamente grata. Como ya he dicho arriba, coloreando a Cloud sabréis que me refiero a este tipo de juegos.
¿Qué os habéis fumado?
Cuando pongo al Kingdom Hearts aquí, no me refiero a su espectacular primera parte. La historia sencilla de tres amigos que se pierden y desean encontrarse se ha convertido en la taladrada más gorda que ha parido el mundo de los videojuegos. En serio, menuda fumada. Es duro que todos los artículos sobre la saga comiencen con un “No sé muy bien por donde va la historia” “Es complicada de seguir”, etc, etc. Porque así os lo digo, el protagonista principal, para no contar más de la historia es a la vez tres personas distintas… o más, no lo acabo de tener muy claro. Matadme ¡¡Joder, yo sólo quiero recuperar a Kairi!! A partir de aquí la cosa ya roza lo deficiente, las malas ideas o lo que es peor: las ideas mal aprovechadas. Es como tener en tus manos un delicoso bocata de jamón en pan guay y ponerle nata ¡¡¡Mala idea!!!
No mola
El Final Fantasy XIII es más malo que una patada en los huevos con una bota de clavos en un día de mucho frío. Porque te va a doler un montón y encima hace frío.
Cuando un juego me produzca la misma sensción de insatisfacción que la historia de Lighting, lo reflejaré coloreando a la desgracia de personaje éste.
Y ya está. Gracias por pasar este ratito conmigo. A partir de ahora, así será cómo resumiré mis análisis. Sin notas, sin resumen final, sin conclusión pero con todo eso a la vez.
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